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Ecuador, 25 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Brasil armó un carnaval en Quito

Ritmo y movimientos contagiantes de samba con gritos incesantes de júbilo, donde solo faltaron los típicos acordes de la batucada para ser un auténtico carnaval brasileño, fue lo que se vivió el último sábado en la capital ecuatoriana. El gramado de Casa Blanca, escenario de la última fecha del Sudamericano Sub 17 fue testigo del segundo “tetra verdeamelo”.

El frío quiteño, con llovizna incluida, no fue impedimento para que los jugadores festejaran con emoción desenfrenada el objetivo para que el llegaron: mantener la hegemonía en un certamen donde sumaron la décima corona, en 14 competencias.

“Pasamos más de dos meses concentrados mentalizados en el título, lejos de nuestra familia, ahora con esto volvemos con la misión cumplida”, refirió con mucha emoción el arquero Charles, quien se caracterizó todo el torneo por gritar ante las cámaras los goles de su selección.

“Cómo no hacerlo, si había que sacar todo lo que la gente tenía metido. Trabajamos mucho por esto y ahora se nos da con un triunfo ante Argentina, a quienes siempre será importante para nosotros ganar. Es todo lo que podíamos anhelar”, expresó el guardameta.

Su equipo venció 3 a 2 a los “albicelestes”. Leo, Guilherme y Matheus fueron los autores de los goles brasileños.  Eduardo Báez y Federico Andrade pusieron las conquistas de los argentinos.

Charles fue el primero en salir eufórico, con mucha velocidad y a toda carrera, cuando el árbitro paraguayo Julio Quintana decretó el final del partido. Abandonó de inmediato su posición bajo  los tres palos del arco sur, se dirigió a la banca, ahí tomó la auriverde y se la amarró al cuello.

Después se unió a sus compañeros, quienes, emulando el festejo con el champán, tomaron botellas de agua para mojarse entre ellos. Se colgaron de las mallas y ahí recibieron las palmas de cerca de 10 hinchas argentinos que reconocieron la superioridad “auriverde”. “Bien, Brasil” fueron los palabras que acompañaron ese gesto.

En la general sur, dos aficionados brasileños con el torso desnudo, a las 22:10, con una temperatura que no alcanzaba ni los 10ºC, combatieron  el clima con fuertes gritos y el tradicional cántico “Sou brasilero de corazón, con mucho orgullo con mucho amor”, que en la cancha se hizo eco en  los jugadores.

Por casi todos los sectores de la cancha de Ponciano se posaron por instantes para ser captados por más de una decena de fotógrafos y camarógrafos, locales e internacionales. Transcurrieron cerca de 15 minutos de algarabía.
El más sereno en los festejos fue el técnico Émerson Ávila, que con calentador gris y la medalla de cinta roja solo sonreía. Con la mano en el corazón entonó con emoción el himno de su país, mientras mantenía su frente muy erguida.

Consiguió el objetivo para el que llegó a suelo quiteño, el 10 de marzo. “Venimos por el título y nos vamos con él. Además, nos retiramos muy agradecidos con los ecuatorianos, por el trato y la cordialidad recibida. Nos llevamos hermosos recuerdos de esta tierra”, sostuvo Ávila.

Cerca de 400 aficionados en los graderíos acompañaban el festejo en el gramado. Solo para el encuentro entre Ecuador y Uruguay (18:00) ese número fue mayor. Ascendió a cerca de 1.500. Incluso en parte de la tribuna hubo tricolores que ya se adelantaron al mundial azteca.

Con sombreros al estilo “mariachi” respaldaron a la “Mini-Tri” y en reiteradas ocasiones entonaron el clásico “Sí se puede”.

Ya en la ceremonia oficial, los primeros en recibir el reconocimiento fueron los uruguayos, que terminaron  vicecampeones, con 9 unidades. Los “charrúas”, además, tuvieron al goleador del certamen, Juan Mascia, con 6 conquistas. 

También Ecuador, en las manos del capitán, Ridder Alcívar, recibió su premio como el equipo fair play. El papel picado y la tradicional canción del desaparecido grupo inglés Queen, “We are the champions”, retumbó en Ponciano mientras los monarcas recibían su trofeo y posaban para las gráficas del recuerdo. Cada uno quiso fotografiarse en solitario con la copa y llevarse ese recuerdo personal, al tiempo que  exhibían con orgullo la medalla de reyes de Sudamérica.

El desafío inmediato es el Mundial en México, del 18 de junio al 10 de julio. En ese torneo, Brasil tiene 3 títulos: 97, 99 y 2003. El campeón reinante es Suiza.

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