Con la copa mundial lograda por Sudáfrica en la ciudad nipona de Yokohama, los “Springboks”, como también se los conoce, se convierten en tricampeones mundiales de rugby e igualan en trofeos a Nueva Zelanda, aunque con una participación menor.

La Copa Mundial de Rugby se viene disputando cada cuatro años desde 1987, con la participación de 20 equipos que juegan el torneo por mes y medio.

Pero para el inicio de ese campeonato Sudáfrica estaba bajo el sistema de apartheid, y estaba excluido de competiciones deportivas como la Copa Mundial de Rugby, un torneo al que se vinculó en 1995, ya con Nelson Mandela como presidente.

Y se sumó a este campeonato por la puerta grande: fue sede del torneo y, además, se alzó con la copa mundial.

El rugby es el segundo deporte más popular en Sudáfrica, después del fútbol, pero antes del crícket.

El balompié está considerado como el juego favorito de los sudafricanos de raza negra, el crícket de los que tienen ascendencia inglesa y el rugby de los afrikaners, que son un grupo étnico de origen holandés.

La llegada de Mandela al poder imprimió un nuevo sello al rugby, fomentando su diversidad y traspasando las fronteras raciales, algo que con el tiempo ha ido dejando huellas en los practicantes y aficionados a este deporte.

En 2008 fue elegido el primer entrenador negro en la historia del rugby de Sudáfrica, Peter de Villiers. Hoy, la copa mundial la recibió el primer capitán negro de los Springboks, Siya Kolisi.

La segunda copa mundial que consiguió Sudáfrica fue en el torneo de 2007, disputado en Francia y en una final que, como la de ayer, disputaron contra Inglaterra. 12 años después lograron el tercer título de su historia.

Nueva Zelanda alcanzó las coronas en el Mundial que organizó, junto con Australia, en 1987, luego de 24 años volvió a gritar campeón, nuevamente como local en 2011 y en 2015, cuando la sede fueron Inglaterra y Gales. 

La siguiente edición del   torneo se cumplirá en Francia en 2013. (I)