Especial coronavirus
Samantha Arévalo: ‘’No tocar el agua es muy duro’’
“En esta etapa estamos pasando por una situación que nos ha hecho analizar en qué momento nos encontramos, hacia dónde queremos ir, pero es una situación fuerte a la que debemos poner atención.
En mi caso han cambiado muchas cosas, empezando desde la preparación para Juegos Olímpicos, que se vio interrumpida, hasta la decisión del Comité Olímpico Internacional de aplazarlos un año más, cambiando totalmente la planificación que teníamos programada. Ahora estoy en una etapa de transición, tratando de aprovechar el tiempo en casa para mantenerme y reprogramar lo que se viene.
Estoy en Montpellier desde hace seis meses. Empecé el ciclo olímpico en Italia, cumplí tres años allá con Fabricio Antonelli, con mis compañeras que son parte del Ejército de Italia. En 2019, luego de Juegos Panamericanos de Lima y unas situaciones de salud por las que atravesé, tuve que tomar una decisión. A pesar de que era un año antes de Juegos Olímpicos, fue difícil tomar la decisión de venir para acá.
Estuve enferma hace dos semanas y por eso interrumpí mis entrenamientos. El lunes anterior pude volver y entrené en la mañana, pero por la tarde el Gobierno ya anunció que durante 15 días estaban restringidas las actividades. Solo podemos salir para abastecernos de alimentos.
Contrario a lo que sucede en Ecuador, acá sí nos dejan salir a hacer actividad física. Hay que especificar la hora en la que salimos y solo podemos estar fuera una hora, siempre manteniendo la distancia entre nosotros. La policía hace controles constantes y siempre nos piden documentos.
Están cerrados los escenarios deportivos, incluso las playas. Los primeros días íbamos a nadar en el mar, a pesar de la temperatura que está a 16° más o menos. Los lagos también se cerraron. Simplemente nos pidieron salir dentro de nuestro barrio, no podemos ir al siguiente porque eso está prohibido y existen multas.
Nos golpeó a todos los deportistas porque sentíamos mucha presión al estar a pocos meses de los Juegos. Sobre todo la natación, parar una semana, sin tocar el agua, significa perder un mes de preparación.
Todo lo que hicimos antes vimos cómo se nos fue de las manos. Luego de la decisión que anunció el COI, ahora se toman las cosas con más calma porque entendemos que la prioridad es el ser humano, nuestra salud y salir lo más pronto posible de esta situación.
Fue duro que se hayan aplazado los Juegos porque toda la preparación que estábamos haciendo, no solo hace tres años, si no de mucho tiempo, se vio interrumpida.
Había nadadores que estaban cerca de clasificar, como era mi caso. En una temporada de bastante carga, el nivel estaba muy bien. Pero el deporte nos ayuda a adaptarnos y ahora tendremos más tiempo para recuperar.
Es difícil ejercitarse porque es otro ambiente. El hecho de no tocar al agua, sabemos que regresar será complicado. No soy una persona de estar mucho en redes sociales, pero este tiempo me ha hecho estar más conectada para saber de mi familia en Ecuador. Sé poco francés, pero con el inglés me manejo bien”. (I)