“Richie” marcó el camino
El 2 de junio de 2019, el ecuatoriano Richard Carapaz cruzó la meta del Giro de Italia y se consagró campeón de una de las tres pruebas más importantes del ciclismo internacional.
Desde aquel día histórico ha pasado un año y el interés por el deporte del pedal aumentó, tanto a nivel profesional como amateur y aficionado. Aunque en la perspectiva del campeón de la “Corsa Rosa” las autoridades deportivas han hecho poco para que exista un cambio en la estructura y no han cumplido lo que ofrecieron.
En una entrevista reciente comentó que “hay mucha gente que prometió muchas cosas, que iban a apoyar en la formación de ciclistas, que el ciclismo iba a cambiar, entre otras, y la verdad es que nos quedamos solo en las palabras”, dijo con evidente tono de decepción en un Facebook live de Radio Pedal.
Mientras eso ocurre con el entorno dirigencial, la gloria alcanzada por Carapaz en la edición 102 de la prueba italiana abrió las puertas del exterior a siete ciclistas. El título hizo que el mundo del ciclismo se fijará en Ecuador.
Fue así que, a partir de eso, siete corredores “tricolores” se sumaron a los tres que disputaban competencias en la categoría Word Tour, la élite planetaria. A más de Carapaz están Jonathan Narváez, en el elenco británico Team Ineos, y Jonathan Caicedo (EF Education First). Así como Jefferson Cepeda en el Pro continental Caja Rural español.
Los nombres de los que se incorporaron a escuadras foráneas fueron: Alexander Cepeda en el Androni de Italia, Joel Fuertes (Mónaco de Francia), Santiago Montenegro (Escribano de España), Steven Haro (Caja Rural), Benjamín Quinteros (Hotel Tres Anclas ULB Moll español), Brayan Obando (Onion Boyacá de Colombia) y Richard Huera (GW Avinal de Colomobia).
Para Haro, las “grandes actuaciones de Richard fueron un llamado de atención para que los ojos del ciclismo internacional se fijaran más en los ‘tricolores’, sin embargo, el ciclismo local sigue casi igual. Los empresarios y ojeadores miran cada vez más a los que tratamos de despuntar en el exterior”, dijo el pedalista.
Mientras que para Quinteros: “Carapaz puso al ciclismo de Ecuador en una vitrina para que nosotros nos mostremos al mundo”.
Antes del triunfo del carchense de 27 años, en Ecuador existían alrededor de 10 competencias y clásicas (carreras de uno a tres días) y luego el interés creció tanto que municipios y empresas privadas empezaron a organizar eventos y ahora se cumplirán unas 15 pruebas. En las que están incluidas las Vueltas Máster, de la Juventud y Élite al Ecuador.
Para esta temporada, que tenía como evento principal la realización de los Juegos Olímpicos Tokio 2020, aplazados al próximo año por el coronavirus, la Secretaría del Deporte presupuestó $ 642.916,85 para el ciclismo, en el que se incluían gastos para eventos ($ 340.202,64), necesidades de los deportistas ($ 28.014,21), equipo ($ 27.500) e incentivos económicos ($ 247.200).
En el plano aficionado, la intención por practicar el deporte del “caballo de acero” se incrementó. Es así que el cinco veces campeón de la Vuelta al Ecuador y quien ahora maneja un negocio de artículos de ciclismo, Pedro el “Águila” Rodríguez, comentó que a raíz de lo del Giro aumentó el interés de los aficionados en 10%.
En esto concordó su hermano y también exciclista Franco Rodríguez, quien tiene un local en Tulcán, capital de la provincia de Carchi, y mencionó que antes de Carapaz vendía 10 bicicletas por semana y ahora son 15 cada siete días. Además, aseguró que, así como las ventas aumentaron, las importaciones y adquisiciones de implementos para la disciplina también.
Así, luego de 12 meses, en Ecuador siguen saliendo nuevos talentos al exterior, mientras que las autoridades tratan de darle estructura al ciclismo nacional. (I)