Ecuador tiene cinco luchadoras de élite
Luisa Valverde tuvo una adolescencia dura. Mientras cursaba el colegio le tocó trabajar. Todas las noches pedaleaba por las calles de Babahoyo (Los Ríos) en un viejo triciclo, en el que recolectaba desperdicios de comida para los cerdos que criaba con su familia en el patio de su casa, en el populoso barrio 1 de Diciembre.
Ella, sus padres y sus tres hermanos generaban así ingresos extras con la crianza y venta de estos animales. Empujar y pedalear su triciclo era una rutina.
Antes de ir al colegio, por las mañanas, trabajaba en el mercado 24 de Mayo de Babahoyo pelando cebollas, lavando papas y tomates en el local de una vecina.
Allí pasaba en las mañanas, por la tarde iba al colegio y por la noche a los entrenamientos. Su mamá es enfermera auxiliar y su papá se gana la vida como albañil. “Muchas veces me quedé dormida en el colegio.
Fue una época extenuante en mi vida, pero la supe sobrellevar”, cuenta la ahora seleccionada nacional de lucha.
Luisa es una de las cinco mujeres que conforman la selección nacional de este deporte, que desde hoy hasta el domingo compite en el Campeonato Panamericano Absoluto; y del 13 al 15 de marzo en el Clasificatorio Continental a Tokio 2020.
El equipo lo completan Lissette Antes, Leonela Ayoví, Jacqueline Mollocana y Génesis Reascos.
Luisa tuvo su primer acercamiento con la lucha en el coliseo de la Federación Deportiva de Los Ríos. Allí parqueaba su triciclo y veía entrenar a otros luchadores.
Pero se decidió a incursionar de lleno en este deporte cuando hubo una exhibición de lucha en el colegio fiscal Clemente Baquerizo, donde ella estudiaba.
Gracias a la lucha dejó de trabajar. Actualmente está en la categoría Élite del Plan de Alto Rendimiento que impulsa el Estado a través de la Secretaría del Deporte. Ella recibe un estímulo económico mensual de
$ 2.500.
En su palmarés constan tres campeonatos panamericanos juveniles consecutivos (2008, 2009 y 2010). Pero sus victorias más representativas fueron la medalla de bronce mundial que se adjudicó en 2011, en Rumania, y el oro suramericano que logró en los Juegos de Cochabamba, en 2018.
En esa misma categoría se encuentra Lissette Antes, quien compite en estilo libre. Pese a que se retiró por problemas personales, el año pasado volvió a la alta competencia para convertirse en campeona panamericana en Lima 2019.
Ante, nacida en Santa Elena y federada por Loja, recibe una ayuda económica de $ 2.500 que le permiten dedicarse de lleno a los entrenamientos y competencias. Paralelamente se desempeña como presidenta de la Federación Deportiva de Loja.
Su objetivo es reclasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y después retirarse. En 2018 se convirtió en mamá, otra de las razones que la obligaron a suspender su carrera deportiva.
En su palmarés cuenta con campeonatos nacionales bolivarianos y sudamericanos.
“Cuando regresé no estaba bien físicamente… Estaba descoordinada, tuve que hacer mucha pista, mucha coordinación, recuperar la fuerza. Tuve que practicar natación, muchos abdominales para fortalecer la zona lumbar”, relata.
Ese fue el reto que se impuso para volver a competir y seguir luchando por sus metas. (I)