Marzo de 2008 significó un renacer para Diario EL TELÉGRAFO, ya que se erigió como el primer diario público del país. Con esto, la sección deportiva cambió de nombre y pasó a ser Fanático. Pero ese resurgir fue algo más que estético con un diseño innovador, ahora su contenido ya no solo se dedicaba a informar, sino que además se metió en la labor de analizar el día a día del deporte, haciendo un remarcado énfasis en lo nacional.

Las coberturas diarias dejaron de ser casi que exclusivamente para Barcelona y Emelec, sino que los ‘otros deportes’ empezaron a ganar espacio. Notas y entrevistas con tenistas juveniles como Gonzalo Escobar (en sus inicios), logros de Seledina Nieve, entre otros, eran comunes en nuestras portadas.

2008 no solo fue un año para Fanático, sino para el deporte nacional. Tras dos clasificaciones mundialistas (2002 y 2006), el fútbol ecuatoriano dio otro golpe, con Liga de Quito a la cabeza. El equipo ‘albo’ se consagró campeón de la Copa Libertadores de América (2 de julio de 2008) y rompió así la negativa racha de Barcelona con dos finales perdidas.

Patricio Urrutia, José Francisco Cevallos, Damián Manso y compañía fueron clave para la consecución de la Libertadores. De aquel logro, como ya es costumbre de Fanático, habrá un especial de lujo por los 10 años.

Jefferson Pérez marcó otro hito del deporte ecuatoriano al lograr la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Beijing (16 de agosto). Tras su arribo al país con la presea en el pecho, el marchista cuencano visitó la redacción de EL TELÉGRAFO en el viejo edificio de Boyacá y 10 de Agosto y dialogó con el equipo de Fanático de aquella época.

Para cerrar un 2008 lleno de cambios, Deportivo Quito se consagró campeón nacional tras 40 años. La algarabía de los hinchas de la ‘AKD’ se reflejó en lágrimas, ante lo que titulamos “Los ‘chullas’ también lloran’”. (I)