Andrea Vera: “Italia subestimó el virus”
“Llegué a Roma (Italia) en septiembre del año pasado para estudiar una maestría en Gestión Deportiva. Además, juego en el club U.S. Ladispoli.
La mayoría de mis compañeros de universidad se regresaron a sus países, pero yo decidí quedarme en Italia y hasta ahora ha sido la mejor decisión.
Fue una decisión acertada porque mis amigos se expusieron al virus cuando viajaron porque tuvieron contacto con mucha gente en los aeropuertos. Algunos han presentado síntomas.
En Roma y en toda Italia la gente ha tomado conciencia y se ha quedado en sus casas para evitar que el virus se propague más. Pero fue una decisión tardía. Los italianos subestimaron el poder mortal de esta pandemia y ahora estamos sufriendo las consecuencias.
Según el último reporte que dieron las autoridades, hasta la mañana del 25 de marzo se registraban 74.368 casos y 7.503 muertes en este país.
En los medios de comunicación hay una campaña constante en la que se le pide a la gente que permanezca en sus domicilios. Yo vivo con una familia de italianos y solo una persona puede salir a comprar comida. Solo supermercados y farmacias están abiertas al público. La movilidad está restringida indefinidamente.
Roma parece una ciudad fantasma por las noches, según lo que muestran las imágenes de los noticiarios. Esta ciudad nunca duerme, por eso es extraño verla vacía como está ahora.
Las autoridades han anunciado que la cuarentena va a terminar el 4 de abril, pero en los portales de noticias y en la televisión han advertido de que esta medida puede extenderse si las cifras siguen aumentando.
Cada mañana la gente está pendiente de los nuevos reportes de las autoridades. Los italianos han entendido que el aislamiento es necesario no solo para no infectarse, sino también para proteger a los ancianos, a los enfermos y a otras personas vulnerables.
Las imágenes que se vieron hace unos días de los camiones militares transportando a los cadáveres de los contagiados para ser cremados fueron impactantes. Se hicieron virales en redes sociales y entre los italianos se habló mucho de eso por varios días. Eso inspiró un poco mas de temor entre la ciudadanía.
Ecuador puede tomar a Italia como ejemplo. Acá tenemos algunas semanas por delante tratando de frenar esta pandemia. Es necesario que los ecuatorianos tomen conciencia y se queden en sus casas. Estar encerrados no es fácil pero es lo único que puede salvarnos la vida a nosotros y a los demás.
Esto no es un juego, se trata de nuestras vidas y de las de nuestros seres queridos. Los italianos no fueron responsables y ahora lo están lamentando. Pensaron que el virus se iba a quedar en China y ya vimos que no fue así.
Acá se suspendieron primero los trenes en el norte del país, especialmente en Milán y Lombardía, donde se presentaron los primeros casos.
Luego se suspendieron las clases para que la circulación de personas en las calles disminuya. Después se suspendieron partidos de fútbol de serie B y C. Los de Serie A se seguían jugando.
Pero hay un partido en particular que fue muy cuestionado: el que jugaron el Atalanta y el Valencia de España. Muchos hinchas del Valencia viajaron a Italia, se contagiaron y regresaron a su país con el virus. Fue terrible.
En medio de los intentos por superar la pandemia se empezaron a buscar explicaciones de por qué ambos territorios (Italia y España) fueron tan castigados por el covid-19. Y todo indica que el fútbol estuvo ligado a la ola de contagios que complicó todo porque, según Giorgio Gori, alcalde de Bérgamo, el encuentro Atalanta-Valencia se terminó convirtiendo en una “bomba biológica”.
Para poner en contexto, ambos equipos abrieron su llave de octavos de final de la Champions League el pasado 19 de febrero. Y como el estadio Atleti Azzurri d’Italia, donde hace de local Atalanta, solo tiene aforo para 16.000 personas, el club decidió mudar la localía a San Siro para generar mayores ingresos. En las tribunas, entonces, se aglomeraron 44.236 hinchas de ambas nacionalidades.
“No nos debe extrañar entonces que el club de fútbol Valencia fuera el primer foco real de contagio dentro de la Liga Española”. (I)