“El Huairasinchi 2017 fue una carrera demandante, lo impresionante fue lo cerca que estaba de Quito. Un poco al norte, cerca del lago San Pablo, todos los alrededores están llenos de montañas y pudimos ver lugares impresionantes.

Las claves para nuestro triunfo fueron dos: en la primera etapa logramos salir primeros y sacamos una buena ventaja hacia el resto de competidores. Fue un desgaste sumamente fuerte, pero sabíamos que nos podíamos recuperar mientras pasen los días, tratando de alimentarnos bien.

La segunda fue que tuvimos una hora y media de sueño, en un hostal en Otavalo. En la carrera se puede hacer prácticamente lo que uno quiera, mientras no sea ayuda de un conocido, organizador o alguien relacionado con la competencia.  Mientras pasábamos por el sector sabíamos que había muchos sitios de hospedaje al ser una ciudad turística. Conseguimos un lugar para poder dormir en una cama. Ese descanso fue clave para salir al último tercio con mucha fuerza.

El clima fue lo que más dificultad representó, sobre todo en la parte de la laguna porque hacía mucho frío, había viento y lluvia. El terreno era muy complicado y eso hizo que la carrera se haga mucho más lenta. Si el clima es más seco, los senderos son más fáciles de recorrer, así que sin duda lo complicado fue soportar esas adversidades.

En 62 horas, dormir solo una hora y media es un poco extremo. Arriesgamos en ese sentido, pero teníamos que hacerlo así, porque teníamos a los equipos muy cerca y queríamos estar adelante. El cuerpo, con esas condiciones, necesita consumir mucha azúcar, cafeína para tratar de aguantar y, sobre todo, comida para que el cuerpo funcione bien metabólicamente.

Tratamos de llevar mucha comida buena, en pesos livianos, como carne y remolacha deshidratada. Cosas ligeras, pero que sí son alimentos. Queso, jamón, que no simplemente sea una barra de energía que te llene por poco tiempo y te quedes sin resistencia, sino algo que te dure por muchas horas.

Nosotros no considerábamos ganar. Es más, mucha gente nos preguntaba y nosotros decíamos: ‘En nosotros no pongan la plata porque vienen unos equipos de Francia, de República Checa que estaban entre los favoritos’.

Mientras se daba la carrera tampoco lo creíamos. Siempre estábamos con la presión y decíamos: ‘Ya mismo nos cogen; de ley en la próxima etapa nos alcanzan’. Así pasamos durante muchas horas de la carrera, pero ya llegó el punto en el que ya faltaban menos de 10 horas, ahora sí no nos pueden alcanzar. Teníamos que lograr ese sueño por el que tanto tiempo trabajamos, por 10 años del equipo.

Hemos creado un complemento perfecto, nuestra fortaleza es que somos muy buenos amigos. Felipe  (Munchmeyer) es el líder, el navegante, la persona atrás de los mapas. Sin él no podríamos hacer lo que hacemos. Victoria (Calisto) es la organización del equipo, es quien hace que todo se cumpla al pie de la letra, la que siempre controla los tiempos, la que no nos deja dormir de más. Es como una mamá, porque nos cuida como a hijos. Gonzalo (Espinosa) es el complemento perfecto para ayudar a Felipe en la navegación, porque rastrea caminos, pregunta a la gente, es fuerte y ayuda mucho cargando peso. Yo soy la persona que jala al equipo hacia adelante; siempre quiero más. Soy un poco cabeza caliente, siempre prendido y con ganas de competitividad, es algo necesario en un equipo de aventura.

Tenemos mucha motivación por el Mundial de Aventura, que será en agosto en Estados Unidos. Debemos buscar presupuesto, porque esas carreras son muy costosas, porque existe mucha logística por detrás. Somos personas normales que trabajamos, así que debemos buscar que nos den más vacaciones, convencer a los jefes que vamos a representar al país en un Mundial de Aventura.

Vamos a buscar apoyo, tenemos empresas grandes atrás de nosotros que nos respaldan. En agosto estaremos en el Mundial tratando de hacer lo mejor. Aprendemos más y tenemos muchos años por delante, qué mejor que con un Mundial”. (I)

Life Adventure Team logró el segundo lugar en la categoría élite, con Gonzalo Calisto, Victoria Calero, Francisco Pinto y Juan Calisto.