Infantino inaugura Congreso destacando la democracia
“La nueva FIFA es una democracia, no una dictadura”, aseguró ayer Gianni Infantino en la apertura del 67º congreso de la organización en Baréin, donde la no renovación de los responsables de la Comisión de Ética suscitó numerosas críticas.
“Reconstruimos la reputación de la FIFA después de todo lo que ha pasado”, agregó el presidente del máximo organismo del fútbol mundial refiriéndose al escándalo que sacudió desde mayo de 2015 y provocó la salida de su predecesor, el suizo ‘Sepp’ Blatter.
“¡Nunca más!”, exclamó Infantino antes de agregar: “Si hay alguien en esta sala que quiere aprovechar para enriquecerse, que abandone el fútbol ahora”.
Denunciando “las falsas informaciones que están de moda” y “el vapuleo a la FIFA que se ha convertido en deporte nacional”, Infantino aseguró una vez más que el ente ha cambiado. “Somos gente nueva que obramos con actos y no con palabras en beneficio del fútbol”.
El italosuizo criticó severamente a los expertos que en el pasado fueron generosamente pagados para reformar el organismo. “¿Pero qué hicieron? Simplemente validaron un sistema que no funcionaba”.
“No aceptaré lecciones de buena gobernanza de gente que fracasó en proteger el fútbol y a la FIFA”, insistió, refiriéndose a las declaraciones de Blatter, hace dos semanas.
La dirigencia, que se reunió el martes para preparar el congreso, decidió no renovar los mandatos de los dos presidentes de la Comisión de Ética que suspendió a Blatter y al presidente de la Unión Europea de Fútbol, Michel Platini.
La misma comisión abrió en 2016 una investigación preliminar contra Infantino, aunque su caso fue posteriormente archivado. Uno de los jefes de esta comisión, Cornel Borbély, estimó que su exclusión era “un revés en la lucha contra la corrupción” y significaba “de facto el fin de los esfuerzos de reforma de la FIFA”. Su puesto será ocupado por la colombiana María Clara Rojas, quien a pesar de su amplia hoja de vida no tiene experiencia en la dirigencia deportiva. (I)