¿Cúanto vale Jack Warner, pieza clave del escándalo FIFA?
¿Cuánto vale Jack Warner? Es una pregunta que muchos se hacen pero que pocos se aventuran a contestar en Trinidad y Tobago, donde el escurridizo exvicepresidente de la FIFA mantiene un imperio y una influencia aún importante.
Como todo en la vida de Warner, quien durante su larga carrera como directivo del fútbol fue perseguido por escándalos por manejos irregularidades y ahora se encuentra en el centro de las investigaciones contra la FIFA, el tamaño de su emporio es opaco.
"No sé de nadie que haya contestado esa pregunta", dice a la AFP Sunity Maharaj, editora de la publicación The Trinidad and Tobago Review del centro de análisis caribeño Lloyd Best Institute of the West Indies.
"Ciertamente no sé cuánto vale el señor Warner", admite el fiscal general de Trinidad, Garvin Nicholas, al reconocer que sería muy difícil contar "cada centavo, cada cuenta bancaria y cada empresa" del exdirectivo de la FIFA e influyente político.
Es una tarea tan complicada, dice el fiscal general, que las autoridades estadounidenses, que lo acusan junto a otras 13 personas del amplio esquema de corrupción en la FIFA que se prolongó por décadas, estuvieron armando el caso en su contra por años.
Entre los más ricos
La periodista de investigación del Trinidad Express Camini Marajh ha seguido de cerca a Warner y en una serie de reportajes hace dos años estimó la fortuna de Warner en 1.000 millones de dólares trinitarios, unos 160 millones de dólares estadounidenses.
Pero eso no toma en cuenta propiedades que Warner tendría bajo nombre de terceros.
"Es dueño de muchos inmuebles, tiene unas 60 empresas, también empresas fantasmas y otros bienes junto a otras personas", explica Marajh a la AFP. "Está entre los ciudadanos más ricos de Trinidad y Tobago", indica.
El imperio además es familiar: su esposa y sus dos hijos, ambos detenidos en Estados Unidos, donde han colaborado con las autoridades, tienen a su nombre varias propiedades.
Warner, quien se ha negado insistentemente a responder preguntas de periodistas sobre sus finanzas, posee un semanario, The Trinidad and Tobago Sunshine, desde donde ha lanzado una campaña en su país para reivindicar su inocencia y declararse una víctima de Estados Unidos y del gobierno trinitario.
Su riqueza creció a la par de su influencia en el mundo del fútbol, coinciden analistas y periodistas.
Sobornos para otorgar votos a favor de países para albergar Copas del Mundo, desvío a cuentas personales de dinero destinado a programas deportivos o para Haití tras el terremoto, reventa de entradas de Mundiales a precios inflados...las acusaciones contra Warner no paran de acumularse.
El principal cargo de las autoridades estadounidenses, que buscan su extradición, es que recibió diez millones de dólares a cambio de apoyar a Sudáfrica para albergar el Mundial-2010.
Y quizás el emblema de los manejos oscuros de Warner sea el Centro de Excelencia en Trinidad y Tobago, un complejo deportivo construido con dinero de la FIFA para entrenar a jóvenes futbolistas, pero que terminó en manos del exdirectivo, quien obtiene ganancias gracias al alquiler de sus instalaciones.
Warner "hizo negocios con el amor y la pasión por el fútbol y creó su imperio en base a eso", dice Maharaj.
Impunidad
Gracias a su poder en Trinidad, donde ha sido parlamentario desde 2007 y fue poderoso ministro y hasta primer ministro en funciones hasta que en 2013 rompió con el gobierno y formó su propio partido, pudo salir ileso hasta ahora una y otra vez de los escándalos en los que se vio envuelto.
"Se salió con la suya muchas veces y las instituciones no lo han perseguido gracias a su influencia", dice Marajh.
Y sigue teniendo popularidad en este pequeño país caribeño donde los crímenes de cuello blanco suelen quedar impunes y donde es descrito frecuentemente en la calle como un "Robin Hood".
"Hay demasiada gente que no cree que lo que ha hecho sea fundamentalmente equivocado. Jack Warner puede ser un criminal para el resto del mundo, pero acá (para muchos) Jack es quien hubieran sido si hubieran tenido la oportunidad", dice la analista Maharaj.
"Y si hubiera muerto con anterioridad, hubiera terminado como un héroe", agregó. (D)