28/03/2001: Un día para empezar a creer
El general chino Sun Tzu probó que el “arte de la guerra se basa en el engaño”; aparentar ante tu oponente todo lo contrario a lo que realmente sucederá. Bajo esta filosofía de guerra tuvo éxito en la Batalla de Boju -en el año 506 a.C-, pese a que las tropas de Wu completaban apenas los 40.000 hombres frente a los 220.000 del estado de Chu. Su estrategia ha sido aplicada a lo largo de la historia en todo tipo de enfrentamientos y un 28 de marzo -hace 15 años- la selección de Ecuador también la empleó para liberar un combate que marcó un antes y un después en la capacidad de creer que algo es posible.
¿El lugar? El estadio Atahualpa del Batán. ¿El oponente? El tetracampeón del mundo, Brasil. Los antecedentes: más de 60 años de derrotas y casi victorias.
¿El resultado? Un triunfo que alimentó la fe del equipo y todo un pueblo para al final clasificarse al Mundial de fútbol absoluto por primera vez en la historia. No era algo que el rival hubiera esperado que sucediera.
En el libro El arte de la guerra, en el cual se compendian las enseñanzas de Sun Tzu, se establecen 5 factores para hacer una correcta valoración previo al combate. El tiempo (clima), el terreno, la doctrina, el mando y la disciplina. Ese miércoles todos estos aspectos estuvieron a favor de la Tri, comandada por Hernán “El Bolillo” Gómez.
En una tarde con el cielo parcialmente nublado, el partido arrancó a las 16:00 y las acostumbradas lluvias vespertinas de marzo en la capital hicieron un paréntesis para no estorbar la contienda. En el Atahualpa no había espacio ni para la duda. Más de 40.000 almas alentaban a la selección con la esperanza de que el fútbol mostrado el pasado 15 de noviembre (2000) -en la victoria de visita (1-3) ante Venezuela- se repitiera.
La localía jugaba a favor; los 2.800 metros de altitud amenazaban con dejar sin aliento al rival.
Antes del encuentro la convicción era diferente. Había líder motivador, con aspiraciones más altas de las acostumbradas y la necesidad de vencer el exceso de respeto al rival.
José Francisco Cevallos, actual presidente de Barcelona, pondera la importancia de la doctrina que les infundió el “Bolillo” para salir del “casi”. “Siempre jugábamos bien, pero no ganábamos. Tal vez era porque no creíamos. Y ‘Bolillo’ fue fundamental para que creyéramos en nosotros”. Para juntar voluntades distintas en un mismo propósito es importante que a través de la doctrina el grupo se haya consolidado en unidad. El otrora volante de la “Tri”, Juan Carlos Burbano, se refiere a esto como el “principio de la hermandad”.
“Hernán inculcaba que nos lleváramos como familia porque representábamos a un país. Rompió esa división entre Sierra y Costa que yo viví en procesos anteriores. Nos juntamos los de Quito con los de Guayaquil, los de Esmeraldas con los de El Chota y los de Manabí. Nos hizo convivir en armonía”, destaca el exjugador de El Nacional.
“El Bolillo” era el general, pero distribuía el mando en un referente por cada línea. Burbano comenta que en la defensa el líder era Iván Hurtado. En la zona de contención Edwin Tenorio. Entre los volantes conducía Álex Aguinaga. En la delantera el cargo era de Agustín “El Tin” Delgado.
Dice un proverbio japonés que “tarde o temprano la disciplina vencerá a la inteligencia y el talento”. Para el exzaguero tricolor, Augusto Poroso, “fue la disciplina la que llevó al equipo a no cometer errores en los momentos importantes”, más aún cuando el gol llegó con un segundo tiempo casi entero.
La batalla sobre el gramado
El ahora entrenador Juan Carlos Burbano sostiene que “cuando se es deportista la mejor forma de crecer es enfrentando a los grandes rivales, a veces, sin importar tanto el resultado”. Ecuador había tenido una experiencia importante en Sao Paulo el 26 de abril de 2000, cuando enfrentó a la ‘verdeamarela’ en la ida.
Ese partido había dejado una enseñanza importante. ‘Pepe Pancho’ recuerda ese resultado (3-2) por la sensación que dejó de haber merecido al menos el empate, pues a pesar de que la selección, que entonces estaba al mando de Vanderlei Luxemburgo, era superior en nombres, ya que en el rendimiento hubo paridad entre ambos equipos.
En aquel cotejo Álex Aguinaga abrió el marcador con un tiro de media distancia al minuto 6, dejando sin opciones al portero del AC Milán, Dida. Pero luego cayeron 3 goles de la ‘canarinha’, como resultado de que no hubo la suficiente capacidad para manejar los tiempos del partido para asegurar el resultado. El descuento de Ulises De la Cruz fue en el 80’. “Esta vez (en la revancha) teníamos que proponer, pero buscar con inteligencia táctica, para poder atacar en los momentos más claves”, señala Cevallos.
En su filosofía de guerra Sun Tzu amplía este concepto estratégico en los siguientes términos: Golpear al enemigo cuando está desorientado. Prepararse contra él cuando se está seguro... Evitarle un tiempo cuando es más fuerte”.
El partido en Quito empezó con una ‘Tricolor’ cauta, tal vez más de lo debido. Brasil no lucía un juego colectivo armónico, pero sí gozaba de valores individuales para elaborar jugadas de peligro. A los 7’ un intercambio de balón entre el joven Ronaldinho y el veterano Juninho Paulista resultó en un pase elevado directo al área que dejó mano a mano a Romario con José F. Cevallos. Pero el segundo consiguió hacerse del esférico antes de que el goleador pudiera dominarla.
La selección de Leao intentaba dosificar el caudal de fútbol para evitar el desgaste, sus aproximaciones al arco local eran esporádicas.
El toque continuo en el medio campo de la ‘Tri’ los obligaba a recorrer más metros de lo presupuestado para recuperar la pelota. Lo que el equipo de ‘Bolillo’ buscaba era que sus hombres no dejaran espacios al lanzarse al ataque.
Augusto Poroso indica que la disposición fue mantener la concentración en la línea de fondo, esperando el duelo personal con los atacantes para cuando Brasil rompiera la resistencia de línea de los tres volantes. “Era evidente que ellos eran superiores, tal vez en ese momento no funcionaban colectivamente, pero individualmente muchos de ellos venían en su mejor momento”.
Ante la diferencia de fuerzas Sun Tzu da una pauta clave. “Si tus fuerzas son inferiores, mantente continuamente en guardia... y evita en lo posible un enfrentamiento abierto. La prudencia y la firmeza de un puñado de hombres puede llegar a cansar y a dominar incluso a numerosos ejércitos”.
La ‘canarinha’ veía agotarse el primer tiempo sin inducir al local al miedo. La desesperación empezó a notarse. El ‘Nine’ se dio cuenta y en el 44’ los midió.
Méndez le puso un pase elevado al área y él se filtró por en medio de estáticos defensas centrales que pedían fuera de juego. Kaviedes quedó frente a Rogerio Ceni. Probó de vaselina, pero la bola fue a dar contra el horizontal. Llegó el medio tiempo y para el DT era necesario volver a la doctrina, pues en lo táctico el plan estaba funcionando. Burbano recuerda la charla técnica como una de las más trascendentales de la Eliminatoria. “Nos dijo que estábamos respetando demasiado al rival, que primero nos debíamos respeto a nosotros y luego a la hinchada. Salimos al segundo tiempo a jugar más adelante y a irrespetar a Brasil”.
Para Sun Tzu “los guerreros superiores atacan mientras los enemigos están proyectando sus planes”. El plan de visitante era buscar un gol de entrada a pesar de los riesgos y apenas a los 3 minutos del segundo tiempo buscó una aproximación con Euler, quien no pudo conectar el último pase. “Cuando los adversarios tienen órdenes de batalla vulnerables, es el momento”.
Cevallos ejecutó el saque de meta potente que sobró el intento de pivote que hizo Emerson. El balón fue a dar hacia la banda izquierda para ‘El Güero’. Este avanzó a las cercanías del área y sirvió a Kaviedes. “Jaime Iván tenía esa magia para jugar” dice Cevallos. “Vi que se llevó a Emerson, luego a Roque Junior y a Belletti, no sé como alcanzó a pasarle al Tin y el balón se fue adentro. Era gol”, agrega el exarquero.
Con la primera parte del trabajo hecho, la meta era conservar el orden y el resultado. Juan Carlos Burbano recuerda que la prioridad era tocar y evitar que Brasil la tuviera. “Pasados los 60 entró Wéllington Sánchez para mantener el control en el mediocampo. No se hicieron los tres cambios. Al último cerramos con Alfonso Obregón. De pronto teníamos el control y la gente coreaba el ‘ole ole...”.
Un ejército es como el fuego: si no lo apagas, se consumirá por sí mismo. Poroso recuerda que “la orden atrás fue jugar desde el puesto y mantener la tranquilidad”. No obstante, Brasil tenía un último ataque por soltar.
“Si uno quiere tener una tapada soñada sin duda es esa”, dice Cevallos. Minuto 90. “Romario cabecea un centro de Belletti y, como manda el manual, despejé al costado derecho, pero el balón rebotó. Lo veo, viene al remate, me levanto y rechazo. De ahí me ayudó Iván Hurtado a despejar. Nos habíamos salvado de un empate injusto”.
No solo fueron tres puntos. Burbano lo define como “un legado para las nuevas generaciones, que hoy crecen sabiendo que Ecuador puede ser mundialista”. (I)
Ecuador lleva cargamentos de Pedialyte para combatir humedad de Barranquilla
Agua, Gatorade y Pedialyte serán las fuentes de hidratación de la selección ecuatoriana en Barranquilla. Así lo dispuso el cuerpo médico encabezado por Patricio Maldonado, quien ordenó un buen cargamento de estas bebidas para contrarrestar los efectos de la temperatura que reinará en la ciudad colombiana. Según predicción climática de esa localidad, la temperatura sobrepasará los 33°C y habrá una humedad superior al 50%. “Llevamos gran cantidad de Pedialyte porque es la bebida más completa, ya que tiene todos los minerales que se requieren para lograr una recuperación total tras la deshidratación”, indicó José Vinueza, jefe de Seguridad de la Ecuafútbol.
Además, para asegurar que la media hora de distancia entre el hotel Dann Carlton -sitio de hospedaje de la selección- y el polideportivo uniautónoma -lugar de entrenamiento- no registre inconvenientes con el calor, ya se tiene diseñado el recorrido que tomará el autobús que llevará a la tricolor. “Tenemos los tiempos bien estudiados para evitar problemas con la temperatura reinante”, reiteró Vinueza.
Hoy la “Tricolor” brindará una rueda de prensa en el Polideportivo a las 15:00 y cumplirá su único entrenamiento, el mismo que inicialmente está señalado para las 16:00, aunque hay la opción de que el estratega Gustavo Quinteros lo adelante para las primeras horas de la mañana. Todo dependerá del análisis que realice en territorio colombiano el DT Quinteros. Lo que sí está descartado es la posibilidad de un entrenamiento nocturno, porque no hay escenarios -salvo el mismo estadio Metropolitano, sede del compromiso eliminatorio- que tengan iluminación artificial.
Ya en lo deportivo, la selección nacional recuperó al lateral Juan Carlos Paredes, quien presentó una molestia en su pierna derecha y no participó en el encuentro ante los paraguayos, el jueves último.
La “hormiga” ayer fue parte del último entrenamiento que cumplió el equipo patrio en la concentración de Monteolivo, como lo hizo el sábado, cuando realizaron un encuentro amistoso con un equipo mixto conformado por elementos de El Nacional, Independiente del Valle y Universidad Católica. La selección, según adelantó Pedro Quiñónez, jugará con la cabeza fría y el corazón caliente. “Somos la selección más efectiva de las Eliminatorias rumbo a Rusia y debemos mantenernos así. (..). El técnico nos dará la táctica para enfrentar a Colombia, donde lo principal será presionar y no dejar espacios a lo largo de la cancha. Anímicamente estamos bien para intentar una victoria”, dijo Quiñónez. Por su parte, el defensa Mario Pineida recalcó la importancia de conseguir al menos un punto en suelo “cafetero”. “El partido en Colombia va a ser muy difícil, pero al menos un punto nos va a servir. El funcionamiento va a ser el mismo, con una apuesta al respeto al orden táctico que ha impuesto el técnico Quinteros”, puntualizó Pineida. A las 17:0O de ayer la selección emprendió vuelo hasta Colombia para cumplir el compromiso eliminatorio ante el combinado ‘cafetero’ por la sexta fecha. En la delegación no viajaron por disposición del DT, Joao ni Diego Rojas, así como tampoco el volante José Quinteros. (I).