Los fanáticos ‘gauchos’ llegaron a quito para ver el desempeño de su combinado a 2.800 metros de altura
La Albiceleste hace padecer a sus hinchas en una eliminatoria para el olvido
Un amanecer sin sol, un mes sin carne, un año de abstinencia sexual... lo que sea, menos un mundial sin la selección de Argentina. Así piensan los argentinos. En las Eliminatorias Sudamericanas a la Copa Mundial Rusia 2018 los hinchas rioplatenses han sufrido lo indecible ante la pobre actuación de su amada Albiceleste.
Y es que el dolor de no competir en el certamen más prestigioso del universo fútbol ya lo padecieron en los torneos de Francia 1938, Brasil 1950, Suiza 1954 y México 1970.
Futboleras desde la cuna, las mochileras y profesoras de educación física Luciana Ruiz y Nicolle Martínez (ambas de 23 años) hicieron un alto a su itinerario de viajes y se desviaron a Quito con la intención de alentar al equipo que orienta el técnico Jorge Sampaoli.
Nicolle admitió que la Eliminatoria Sudamericana de la Copa del Mundo Rusia 2018 le provocó innumerables frustraciones, siente que la mala racha del combinado rioplatense se debe a no tener un buen entrenador; ni Gerardo el ‘Tata’ Martino, ni Edgardo Bauza y menos Jorge Sampaoli manejaron con acierto a los jugadores.
“Arman el equipo en función de Messi, no en función de todos”, manifestó, mientras se ventilaba con la mano ante el cansancio provocado por el sol meridiano de Quito y por la enorme mochila con la que viaja.
Ella y Luciana llegaron a Ecuador desde hace cuatro meses y estaban a punto de ir a la laguna del Quilotoa, hasta cuando se decidieron a acompañar a su selección en su última presentación eliminatoria.
Con ellas se juntó la chef Mariana Figueroa (29 años), que provenía de Máncora (Perú), con la firme intención de alentar al equipo de su país. Al igual que sus paisanas, pues las tres son de Córdoba, apuraron el desplazamiento a la ‘Luz de América’, a donde arribaron ‘jalando dedo’ en diferentes autos.
Igual de angustiados, pero vía aérea, aterrizaron en la capital ecuatoriana Elías Alegre (26 años), empleado privado, y Oswaldo Figueroa (53 años), empresario de la construcción, quienes se conocieron en las afueras del Atahualpa y esperaron hasta la hora del cotejo para animar a su combinado.
Por casualidad, ambos presenciaron la final del Mundial Brasil 2014, donde Alemania derrotó 1-0 a Argentina en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. “Aunque perdimos, no sabés la emoción que te causa oír el himno argentino... es indescriptible”, expresó Elías.
Algo más vivido, Oswaldo tiene como mejor recuerdo el título que Argentina levantó en México 1986, de la mano de Diego Maradona. “Ese certamen lo seguí por televisión, fue bárbaro”. Todo ese cúmulo de vivencias choca con la actualidad del elenco de Sampaoli, ineficaz en la definición.
Juliana Krieger, bonaerense de 30 años, quien reside desde 2012 en Quito, se juntó con Elías y Oswaldo para vivir la previa del lance; aunque su esposo y su hijo son ecuatorianos, nunca dejó de amar al balompié de su nación; para ella, ver a la Albiceleste es una manera ‘portátil’ de sentirse en su país. (I)
Oswaldo Fernández, hincha de Talleres de Escalada; Elías Alegre (con gafas) y Juliana Krieger, seguidores de Boca Juniors, se juntaron para hacer un solo puño y alentar a la selección de Argentina en Quito. Foto: Álvaro Pérez / EL TELÉGRAFO