Sornoza clasifica en el salto final
Después de lograr su clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres, el manabita Adrián Sornoza regresó a su tierra para festejar con su familia y degustar uno de sus platos favoritos: el ceviche de pescado; aunque dijo que aún le falta por comer la gallina criolla que prepara su madre, Margarita Carreño.
El atleta de salto triple se convirtió en el deportista 35 de Ecuador que estará en Londres, después de avanzar 16,89 metros en el Grand Prix de Atletismo que se realizó el domingo pasado en Quito y superar por 4 centímetros (16,85) la marca “B” para clasificar a los Juegos.
Ese había sido el último y sexto intento, pues en los anteriores no logró la distancia que buscaba. La incertidumbre invadió el lugar, pues pasaron 20 minutos para validar la marca. La organización tenía una cinta métrica de plástico, algo no aceptado por la Federación Internacional de Atletismo y tuvo que conseguir una metálica.
“Fue una emoción enorme cuando el juez validó mi salto. Me salieron lágrimas de felicidad, porque era algo que quería mucho”, aseguró el atleta de 19 años.
Sornoza consiguió meterse entre los clasificados, luego de superar una lesión que lo marginó de algunas pruebas y que incluso lo llevó a pensar que no llegaría a Londres. Sufrió una contractura muscular en la pierna derecha y no pudo estar en un torneo en Bolivia. “Lloré mucho por eso, porque temía que no me pudiera recuperar rápido. Sin embargo mi cuerpo respondió y me puse bien en corto tiempo”.
Sornoza empezó en esta disciplina en 2006, motivado por el entrenador cubano Luis Small. Practicó salto largo y salto triple y al final se quedó con este último, con el que empezó a sobresalir en 2008, tanto a nivel local como internacional.
Estuvo en torneos bolivarianos, sudamericanos e incluso dos mundiales, en Italia y Canadá, en los que logró el quinto y octavo lugar, respectivamente.
Adrián apenas tiene 19 años y sabe que los Juegos Olímpicos serán una gran experiencia en su carrera. Espera meterse entre los 10 primeros, pero aseguró que en Brasil 2016 regresará al país con una medalla colgada en su cuello.
“Ya conocí a los mejores atletas en esta disciplina en los mundiales a los que asistí. Salté junto a ellos e iré con mucha confianza a Londres. No me intimidan. Espero con ansias mi competencia y ojalá exista la posibilidad de llegar a la final”.
Estos días descansará junto a su familia en su tierra, compartirá con su hermana Doris (21 años) y comerá las delicias que prepara su madre. Todo esto antes de dedicarse de lleno a su entrenamiento para Londres, cuando faltan 39 días para el evento deportivo.
Mañana regresará a Quito y este fin de semana viajará a Cali para participar en un Grand Prix. Luego se desplazará a España, donde se entrenará hasta días antes de que se inicien los Juegos.