Muchos se preguntan por qué un equipo con jugadores impagos, que por un tiempo no entrenó con  regularidad y que no concentra siempre, realiza una buena campaña en el Campeonato Nacional de Fútbol.

“Se debe a que tiene jugadores rebeldes, a que el profesor (Rubén) Insúa eligió bien a los refuerzos y que todos dejamos los problemas en el auto (cuando llegan a las prácticas)”, dice Luis Oste, asistente técnico de Deportivo Quito.

Oste, quien cumplirá 43 años este 30 de mayo, es considerado el vínculo entre los deportistas, el cuerpo técnico y los dirigentes.

Juan Carlos Garay, segundo asistente técnico “chulla”, lo califica de altamente confiable. Cree que, pese a la impotencia de no poder cobrar los salarios, al  Quito le beneficia tener “futbolistas triunfadores”, a quienes les costó mucho ganarse el prestigio que ostentan.

Luis Checa, Giovanny Espinoza, Jorge Guagua y Fabián Carini son referentes para los exponente jóvenes. Los tres primeros han ganado títulos y representado al país con la camiseta tricolor, al igual que Carini, con la blusa de Uruguay.

El “cordobés”, quien se inició en las inferiores de Newells Old Boys con Marcelo Bielsa y durante 6 meses -cuando tenía 19 años- compartió camerino como Josep Guardiola en el Barcelona B, indica que todo lo aprendido en sus años en las canchas trata de transmitirlo a los nuevos elementos.

Su paso en calidad de delantero por 20 clubes, entre ellos San Lorenzo, Talleres de Córdoba, Belgrano, Godoy Cruz, Banfield, Nueva Chicago, Emelec, Depotivo Táchira, Sporting Cristal, Bolognesi de Tacna, le reportó muchas experiencias.

No es la primera vez que Oste no cobra. Recuerda que en 1999, mientras militaba en Godoy Cruz, el retraso fue de 2 meses. En el Quito no recibe salario desde hace 6 meses, el doble de tiempo que los futbolistas.  

Eso no está bien, dice. Lo ideal sería que los deportistas lleguen a casa “con la tranquilidad de haber cancelado las pensiones en el colegio de los hijos, de no tener letras vencidas, de saber que a la familia no le falta nada. A nadie le gusta vivir de los ahorros”.

Los más “urgidos” son los juveniles, aquellos con remuneraciones bajas, venidos de otras provincias, sin   familiares en la capital. Recuerda cuando alguno le confesó que no había desayunado, o de otro que no tenía para pagar el arriendo.   

En esos casos, los miembros del cuerpo técnico y los jugadores líderes ayudan a solventar los pendientes. También es un respaldo que al profesor Insúa le guste leer sobre psicología. Aunque siempre se les recomienda estudiar y administrar bien el dinero, la crisis económica del club sirve para enfatizarlo. Se les insiste en ahorrar, pues el balompié es una carrera corta.

Algo que hace fuerte a la “AKD” es trabajar con gente buena, nunca faltan las sugerencias de Víctor Manuel Battaini, coordinador de las divisiones formativas, o la buena disposición del cuerpo médico.

La presencia de Fernando Mantilla en la vicepresidencia  del club trajo un respiro a la plantilla, todos esperan conocer las posibles salidas al problema económico. Los directivos tienen la última palabra.