Animada por ganar el Medio Maratón de Hoznayo (Cantabria, España), el 10 de este mes, Rosa Alba Chacha se siente capaz de realizar una decorosa participación en el maratón de los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016 y, en lo posterior, batir el récord nacional en maratón, que desde 1999 está en poder de Martha Tenorio.

La ambateña, de 32 años, se siente en plenitud de forma y con mucha fortaleza emocional. Lejos quedaron los días de 2014, temporada en la que se retiró del atletismo decepcionada por las lesiones y la falta de apoyo de las autoridades.

Ese año, Rosa estuvo tan ‘salada’ que en enero, durante los 12 kilómetros del campeonato nacional de cross country en Riobamba, mientras iba segunda, se le cruzó un niño en bicicleta, cayendo y dañándose la rodilla derecha.

Dos meses después, ya recuperada, cuando lideraba la carrera de 5.000 metros del campeonato nacional de atletismo, sin querer, la azuaya Andrea Torres le rozó en uno de los talones y, debido a la velocidad a la que corría, la tungurahuense cayó aparatosamente, lesionándose el nervio ciático. Para colmo, la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA) no le aprobó la planificación anual, provocando que renunciara a su carrera deportiva. “Un día, cuando llegué a casa, la encontré llorando. No quería saber nada del atletismo”, recuerda Jaime Catota, su esposo y asistente técnico.

Tal era el desconsuelo y determinación de la exponente en no volver a correr, que como última esperanza de hacerla desistir, Jaime recurrió a los servicios del psicólogo Guillermo Estévez, quien inició un tratamiento. Y si bien las terapias de Estévez ayudaron, la mejor terapia para Rosa fueron los ruegos de Génesis, su hija y mayor motivación. “Génesis, de 6 años en ese entonces, le suplicó que no dejará el atletismo, que le gustaba verla salir en televisión y en los periódicos. Nuestra hija le devolvió la fortaleza”, reseña Catota.

Con el optimismo por los cielos, el 22 de febrero de 2015, el retorno de Rosa al asfalto no pudo ser mejor: con 2 horas, 35 minutos y 29 segundos (2h35m29s), en el Maratón de Sevilla, registró el mejor tiempo de su trayectoria en los 42,195 metros. Ese crono, de paso, le sirvió para acceder a las olimpiadas de 2016, las segundas en su historia personal, y constituir el perfil más alto entre las clasificadas a la cita en territorio ‘carioca’. El equipo femenino de maratón lo completan la azuaya Mónica Cajamarca (2h37m58s) y la tungurahuense Silvia Paredes (2h42m02s).

La meta de Chacha en el maratón olímpico es quedar entre las 30 primeras, es decir, bajar más de 50 puestos a su presentación en Londres, donde se colocó en el sitio 83. En esa ocasión, su tiempo fue de 2h40m57s.

Génesis, en realidad, la impulsó a un nuevo principio; sabe que las dificultades forman parte del paisaje, siempre estarán ahí, con la diferencia de que actualmente tiene el carácter para afrontarlas y vencerlas. La última oportunidad en la que atravesó un gran problema acaeció antes de los Juegos Panamericanos Toronto 2015.

Todo iba bien, mas un absceso a la altura de su axila derecha se convirtió en un inconveniente incontrolable. Rosa debía someterse a una cirugía, pero aquello le impediría ir a Toronto. La alternativa era operarse luego de terciar en Canadá, no obstante, la infección se agravó y se tuvo que operar. A los pocos días, ya en los Panamericanos, con los efectos de los antibióticos encima, la ‘guaytamba’ terminó séptima con 2h42m47s, muy por debajo de lo esperado.

Lo bueno es que ya creó un escudo contra las adversidades y no piensa en el retiro, al contrario, se cree capaz de emprender un tercer ciclo olímpico, finalizando con el maratón de los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

Sin pensar tan de prisa en el futuro, Freddy Vivanco, su entrenador, contempla como siguiente propósito bajar la marca nacional de los 42,195 metros, impuesto por Martha Tenorio en el Maratón de Boston el 19 de abril de 1999. En dicha justa, la cotopaxense detuvo el reloj en 2h27m58s.

Hoy, en el aniversario 17 de ese récord, Chacha se fija en la posibilidad de bajar el crono. Si se recupera favorablemente del maratón olímpico, podría buscar pulverizarlo en el último trimestre de este año o, en su defecto, esperar a 2017.

La prioridad a la fecha son los Juegos Olímpicos. Sus últimos fogueos serán 2 medio maratones: el de Panamá y el de Río de Janeiro, donde desea aclimatarse al calor en el que se correrá el maratón olímpico, con más de 30 grados. Vivanco aspira a que Rosa haga el mejor papel de su vida y le dé buenas noticias a Ecuador. “Confío en su capacidad, todo dependerá del esfuerzo que haga”. (I)