Patricia Esteban vuelve a ficcionar una casa tomada
La escritora española Patricia Esteban Erlés ganó el IV Premio Dos Passos a la primera novela con su obra Las madres negras. El galardón está dotado con 12.000 euros (unos $ 13.900) y la obra será publicada por la editorial Galaxia Gutenberg, en enero de 2018. Además, con este premio la autora será representada por la agencia literaria Dos Passos.
Este certamen tuvo la participación de 630 propuestas de España y Latinoamérica. Su objetivo es potenciar el trabajo de autores que incursionen en el género.
La obra de Esteban parte de la lectura de La maldición de Hill House, de Shirley Jackson. A ella, que le fascinan las historias de casas que cobran vida, le obsesionó la lectura y cuando consiguió el único ejemplar disponible que quedaba en Barcelona, la ciudad en la que reside, tomó como referencia los fragmentos que hablan de la casa Winchester y se dedicó a escribir.
Su novela recrea la vida en un extraño convento, lleno de niñas y monjas. Esteban dice que en Las madres negras rinde homenajes claros a Ray Bradbury, Shirley Jackson, Ángela Carter, Gabriel García Márquez, Rulfo, Silvina Ocampo, Ana María Matute, Daphne du Maurier y muchos otros y otras.
Esteban Erlés se caracteriza por escribir microficción. En este formato publicó Casa de muñecas, una serie de relatos protagonizados por chiquillas ricas, pálidas y desdichadas. En este libro la autora juega con lo bonito y lo siniestro para construir su ficción. Su casa tiene diez habitaciones y cien textos a través de los cuales recorre las fobias y los miedos más inverosímiles de la infancia.
Esteban estuvo en 2015 en la primera edición de la Feria del Libro de Guayaquil. Estudió filología y se especializó en los libros que volvieron loco al ‘Quijote de la Mancha’, la literatura de caballería, que, según dijo en una entrevista con este diario, “no son ni sencillos ni breves”. Si algo de aquella literatura utiliza en su obra corresponde a los elementos fantásticos.
Esteban estuvo en 2015 en la primera edición de la Feria del Libro de Guayaquil, en el marco de la cuarta y última edición del Festival Ciudad Mínima, organizado por el espacio cultural PalabraLab. Estudió filología y se especializó en los libros que volvieron loco al ‘Quijote de la Mancha’, la literatura de caballería, que, según dijo en una entrevista con este diario, “no son ni sencillos ni breves”. Si algo de aquella literatura utiliza en su obra corresponde a los elementos fantásticos.
En el mundo en el que vivimos, como todo son flashes, la microficción se puede entender como una narrativa en sintonía con ese mundo rápido, fugaz, pero es engañoso. Creo que la micronarrativa tiene un pozo, una profundidad que tú piensas que la has consumido, pero se te puede quedar dentro ese relato, mucho más que un tuit”, dijo Esteban, que ahora publicará su primera novela. (I)