Durante más de tres décadas vivió en Italia
Hugo Oquendo, una vida entregada a la guitarra
El guitarrista Hugo Oquendo murió este lunes 8 de febrero. Había decidido retirarse de los escenarios, pero no de la música. Se había prometido tocar la guitarra hasta morir.
En su interpretación ya no se preocupaba de una técnica, lo que le hacía sentirse en el momento más hermoso con la guitarra, porque “entonarla es una inspiración sobrenatural”, dijo Oquendo en una entrevista con este diario, en enero de 2015, antes de brindar su último concierto.
En 2011 regresó a Ecuador tras vivir más de tres décadas en Italia. Tras su llegada, le diagnosticaron cáncer a la próstata y un mes de vida, pero lo consideró un inicio. En 2013 publicó sus “memorias, desmemorias y fantasías”, bajo el título Cuando sea grande.
En su último concierto-homenaje, Oquendo Silva actuó junto a Rubén Guarderas, del Ballet Nacional, y un pianista durante los cortes de flamenco y música española.
Además de ‘Alborada, Sinfonía heroica americana’, dedicada a la epopeya del 24 de mayo de 1822 (Batalla de Pichincha), ejecutó la canción ‘Réquiem para una lágrima, Sinfonía triste’ en honor a su madre.
Su historia con la guitarra empezó de niño, con un regalo de su padre. A los 7 años recibió su primer premio, en el Teatro Nacional Sucre, al ganar el concurso infantil de jóvenes artistas organizado por la radio Nariz del Diablo. Desde entonces lo llamaron el ‘Niño de la guitarra’. (I)