Con ovaciones y aplausos, así terminó la presentación del Ballet Folclórico Nacional Jacchigua, el pasado viernes, cuando cientos de personas se dieron cita en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana para celebrar sus 25 años de vida artística.

El espectáculo, al parecer, superó la expectativa del público: sobre el escenario, durante 3 horas continuas, un impresionante despliegue coreográfico mostró lo mejor de los ritmos, trajes y tradiciones del país.

Uno de los que más disfrutó de la velada fue el bailarín, coreógrafo y director del ballet, Rafael Camino Collantes, quien a sus 69 años afirmó seguir con la misma fuerza y entusiasmo con los que inició su labor hace tiempo. “Fue un espectáculo especial y único donde se pudo observar un ensamble entre los bailarines de hace 25 años y los integrantes actuales, algo emotivo para nosotros. Además, pusimos en escena danzas del folclor ecuatoriano muy representativas de varias provincias”, manifestó.

Una mirada hacia atrás

Fue en la década del 80 que Rafael Camino Collantes, inspirado en comunidades como su natal Pilligsillí, Maca Chico, La Compañía y Poaló, ubicadas en la provincia de Cotopaxi, decidió proyectar una realidad: la sabiduría del pueblo con sus fiestas, personajes, danza, música, trajes y texturas, loas y rituales. Basado en experiencias propias -que le permitieron abrir los ojos a la majestuosidad de su entorno- su labor ha sido constante.

“Todo me ha enriquecido. Yo nací de una madre analfabeta, soy parido con una partera en una choza de paja, mi vida fue y sigue siendo netamente tierra, los cerros, la naturaleza, el agua, todo eso, más la antroposofía que estudié, como parte de las técnicas de enseñanza Waldorf (creadas por el filósofo Rudolf Steiner, tras la Segunda Guerra Mundial) para luego aplicarlas en todas mis coreografías”.

Si hay algo que Rafael tiene claro es su identidad y todo lo que ha hecho, aseguró, ha sido trabajar en función de ello. “Había la necesidad de mantener, recuperar y difundir la memoria de nuestro pueblo, de recuperar al yumbo, al danzante, al yaraví, al capishca, al sanjuanito, junto a sus texturas y sus colores, pero sobre todo la sonrisa y los elementos que conocí desde pequeño”.

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El Ballet Folclórico Nacional Jacchigua nació como espectáculo hace 25 años, de la mano de José Vicente Mantilla, en el teatro Bolívar.

Durante el estreno todos quedaron sorprendidos y las preguntas del público corrían: ¿de dónde es el director?, ¿el coreógrafo? “De Pilligsillí”. “¿Pilligsillí?” “¿En qué país europeo queda?”.

Aquel día fue determinante para Camino, a quien le costaba creer que la gente no pudiese reconocer sus propias manifestaciones culturales. Varias de las representaciones que se hicieron aludían a fiestas populares como la celebrada en Saraguro, Cacha, Inti Raymi, San Pedro y San Pablo, entre otras.

“Allí nació la decisión de que este no sea un grupo de danza más en el país. Fue creado por la pasión al arte y con el objetivo fundamental de estimular la cultura, por eso el ballet es de pobres y ricos, de altos y pequeños, de gordos y de flacos, de cholos y de negros, de indios, mestizos y montubios, es la imagen, la cara del Ecuador”.

‘Jacchigua’ viene del vocablo ‘jacchima’ que se refiere a la fiesta que solía dar el patrón a sus trabajadores en el patio de la hacienda luego de haber alzado los granos y resguardado las semillas. ‘Bille camas’, ‘guagua camas’, ‘huasicamas’ y ‘huasipungueros’ disfrutaban de un día de fiesta con abundante comida, bebida, danza y música.

Sacrificios y recompensas

Si bien fundar un grupo y convertirlo en uno de los grandes referentes dancísticos de Ecuador y el mundo no  fue tarea fácil, Camino aseguró que el tiempo, la dedicación y el esfuerzo han valido la pena; además de mantener la gratitud por aquellas personas que, a lo largo del tiempo han confiado en él.
“Era muy difícil hacer cultura en este país, por eso ahora quiero agradecer a todos, a todos, a todos, los que me tendieron su mano. Especialmente a Eduardo Proaño, de Metropolitan Touring, y a Hernán Crespo, quien hizo de Quito, Patrimonio Cultural de la Humanidad,  ellos fueron quienes más me ayudaron y creyeron en mí”.

Así, Jacchigua se volvió un espectáculo permanente (ahora sus presentaciones son los miércoles en el Teatro Demetrio Aguilera Malta de la Casa de la Cultura Ecuatoriana) y un atractivo cultural turístico durante estos 25 años.

Actualmente el ballet está conformado por 420 bailarines, divididos en 14 grupos diferentes, entre ellos: el Ballet Infantil, que proporciona un espacio para niños de diferentes edades; el Ballet de Oro, estructurado con personas adultas, permitiendo que aquellos que no pudieron realizar esta actividad por diversos motivos, hoy sean un ejemplo de perseverancia; el Ballet Excepcional de Jóvenes Sordos, en el cual se estimula la respiración, la sicomotricidad, el ritmo y el corazón (al igual que el Ballet Excepcional con niños y jóvenes con deficiencia mental); y el Ballet Étnico, conformado y coordinado por indígenas que viven en la ciudad, pero que tienen la necesidad de reunirse para comunicarse con el ritmo y su lengua materna, reencontrándose con las tradiciones y costumbres de sus ancestros.

Justos reconocimientos

Tanto el ballet como su director han sido merecedores de múltiples reconocimientos dentro y fuera del país. “Hemos sido declarados Patrimonio Cultural Vivo, Mejor producto cultural turístico y en Corea pertenecemos al Comité de Maestros del Mundo gracias al mensaje de nuestras coreografías”.

‘Jacchigua’ ha representado a Ecuador en magnos eventos como el Mundial Alemania 2006, donde su elenco bailó frente a 750 mil personas. En 2010, Rafael Camino obtuvo el Premio Eugenio Espejo, máximo galardón a la trayectoria cultural y artística por parte del Gobierno ecuatoriano.   

DATOS

El Ballet Jacchigua tiene presentaciones los miércoles, a las 19:30, en el Teatro Demetrio Aguilera Malta de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. El espectáculo dura 2 horas y cuenta con 90 bailarines y músicos en escena; ademas de utilizar 2.800 kilos de vestuario y elementos étnicos.

‘Jacchigua’ viene del vocablo ‘jacchima’ que se refiere a la fiesta que solía dar el patrón a sus trabajadores en el patio de la hacienda luego de haber alzado los granos y resguardado las semillas.

Jacchigua ha participado en actos populares, así como en importantes montajes escénicos y coreográficos como el Travel Markt, la OEA, el Mundial Alemania 2006 y en la visita de personajes, como la duquesa de Alba, infanta Elena y Luciano Benetton. Ha recibido múltipes condecoraciones dentro y fuera de Ecuador.