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“Existen universidades que quieren formar todólogos”

“Existen universidades que quieren formar todólogos”
30 de abril de 2013 - 00:00

30-4-13-cultura-escritorArtes Escénicas es uno de los programas que forma parte de la Universidad de las Artes, proyecto que impulsa el Ministerio de Cultura con la filosofía de formar profesionales con pensamientos crítico y conciencia social. Franklin Rodríguez Abad, PHD en Ciencias Teatrales de la Universidad Humboldt de Berlín, está encargado del programa  y elaboró la malla curricular del departamento de Artes Teatrales. El programa está compuesto de dos ámbitos:  Teatro y  Movimiento.

Rodríguez explica que las mallas curriculares -no solo la de teatro sino del resto de programas- pasaron por la revisión de la Senplades, la Secretaría Nacional de Educación Superior (Senescyt) y ahora está en el Consejo de Educación Superior (CES), previo al envío de la propuesta a la Asamblea Nacional para su aprobación.

Asegura que la profesionalizaciónes uno de losproblemas en el teatro, por ello la necesidad de especializarse y contar con nuevas carreras que las universidades no ofrecen en la actualidad. El experto cuenta cómo ve al teatro y en qué fundamenta su propuesta.

Un estudio preliminar del Ministerio de Cultura muestra 61 salas de teatro en el país: 25 en Quito, 6 en Guayaquil, y el resto en otras provincias. ¿Cuál es su lectura sobre la concentración de los teatros en la capital?
Este desarrollo cultural desigual se ha dado tradicionalmente en el país. Es decir, hay dos polos culturales fundamentales que han sido Quito y Guayaquil (en menor medida). Este desarrollo quizá tiene que ver con la cantidad de población; que los artistas vienen a Quito con la esperanza de encontrar mayores opciones para expresarse.

Hay una cantidad de factores y también el hecho de la centralización de la Cultura en estas dos urbes, lo que pretende cambiar la Universidad de las Artes. Ese polo cultural se desplazará a Guayaquil y eso significa que también la Costa dispondrá de posibilidades grandes.

¿Bajo qué diagnóstico se realizó la malla curricular de teatro? ¿Cuáles fueron los indicadores?
Hay que partir de que el teatro ha sido una de las artes más abandonadas del país. Es decir, no hubo el apoyo del Estado. Hemos visto un abandono casi total de las artes escénicas. Lo que hubo fue por voluntad de los gestores teatrales que, a partir de un gran sacrificio personal, han logrado mantenerse en actividad. No existe un gran movimiento teatral en Ecuador.

Son pocos los actores o actrices que superan los 50 años, es decir, fueron impulsos de juventud, pero llega un momento en que hay que ser sensatos; la vida cotidiana, las necesidades, obligan a las personas a asumir otras actividades. Existe una falta de profesionalización en el teatro ecuatoriano  porque no pueden vivir de su profesión.

¿Qué pasa con las universidades que ofrecen las carreras de artes escénicas? ¿No generan profesionales de calidad?
Dentro de nuestra historia hubo momentos en los que determinadas instituciones apoyaron la actividad cultural. En los 60, la Casa de la Cultura; en el 73, la creación de la Escuela de Teatro de la Universidad Central, donde por primera vez se intentó formar actores teatrales desde un punto de vista académico. Se puede decir que gran parte de la actividad cultural del país fue impulsada por egresados de esa universidad, que por supuesto no cumplen las expectativas que se propusieron en un inicio.

Por ejemplo, llenar ese vacío del teatro es una tarea muy limitada. El teatro es una actividad que requiere de recursos económicos: Hay que pagar actores, se necesita vestuario, escenografía, publicidad, ensayos, derechos de autor, una cantidad de recursos que los grupos no poseen; todo eso repercute en el menoscabo de la calidad artística.

En las universidades, ¿qué sucede con las mallas curriculares? ¿No son integrales?
Analizamos todas las mallas académicas de las universidades y constatamos que tienen fortalezas, aspectos bien interesantes, carreras creativas, pero  también muchas fallas, como no especificar muy bien el alcance de las carreras. Por ejemplo, existen universidades que quieren formar todólogos, que quieren formar directores, actores, escenógrafos, todo en una misma mención y eso es imposible. Hay que tomar en cuenta que el teatro en el siglo XX, XXI, se ha desarrollado de una manera importante y, como en otras áreas, existe la especificidad en el teatro también.

¿Será suficiente la especificidad para impulsar el teatro en el país, sobre todo cuando un profesional sale y no encuentra las facilidades ni la infraestructura necesarias para producir sus obras e incluso vivir del teatro?
Por supuesto. Es justamente por eso: porque no existe esa especificidad. Hay personas que hacen de todo y está bien, yo también he trabajado en grupos y de alguna manera la necesidad nos impulsa a hacer de todo, pero hay que ver que la realidad  es cambiante y  nosotros también tenemos que cambiar.

¿Cuáles son las carreras que serán implementadas?
Una serie de carreras que nunca han existido en el país. Naturalmente habrá actuación, pero con otro perfil, para que pueda trabajarse tanto en cine, como televisión y medios audiovisuales; se trabajará con perspectivas complementarias. Luego tendremos la carrera de dirección teatral, que nunca ha existido aquí. ¿Quiénes han sido directores en este país?... Primero, gente sin formación -y lo digo con cariño, yo también he trabajado en eso antes de estudiar fuera del país-. Es una carrera sumamente difícil que se hará en 5 años.

¿Con qué carreras van a empezar las clases y para cuándo tienen previsto iniciar?
Vamos a empezar con actuación escénica y ciencias teatrales; ésta es totalmente nueva en el país, pero en otros países se dicta desde hace más de un siglo. Lamentablemente, la ausencia de esta carrera no ha posibilitado que rescatemos nuestras tradiciones ancestrales y culturales.

El cientista teatral es una persona que investiga, es experto en teoría teatral, también en crítica. Es el encargado de educar a la población sobre el teatro,porque nosotros tenemos que producir una educación masiva de la población ecuatoriana paralelamente a la creación de la Universidad de las Artes.

La Historiografía también la trata el cientista teatral. Empezaremos con las dos carreras en 2014. El siguiente semestre tendremos Dirección Teatral y Diseño Escenográfico y Vestuario. Posteriormente se irán incorporando otras menciones en dos etapas hasta culminar con estudios de maestría y doctorado.

¿Ya se sabe qué tipo de profesores van a dictar las materias? ¿Se contratará a maestros de las actuales universidades?
El aspecto legal implica que para ser profesor de una universidad es necesario tener un título de cuarto nivel. Estamos receptando todo tipo de información de currículos de expertos de diferentes países, pero mi idea sería que en algún rato haya una cierta flexibilidad por parte de los organismos académicos, en el sentido de que permitan  que personas que han demostrado en su vida profesional grandes conocimientos y han tenido un éxito fuera de lo común, y que quizá tengan un título de tercer nivel, puedan acceder como profesores.

¿Existe alguna lista o cifra que demuestre cuántos profesionales de tercer y cuarto nivel hay?
No conozco, pero en mi área sí hemosestado recogiendo una serie de currículums de personas ecuatorianas. Yo creo que debería gran parte del personal docente estar integrado por ecuatorianos. También hemos hecho un llamado por las embajadas, para que ecuatorianos que residen en el extranjero y que se han especializado en estas áreas presenten sus hojas de vida. Entonces, en ese sector tenemos una serie de currículums y potenciales nuevos maestros. Estamos en esa fase, estamos formando un banco de datos, con todo el material que nos va llegando.

¿Cómo va a ser el ingreso para las personas que quieran acceder a estas carreras?
Hay perfiles de ingreso en todas las carreras. Haremos mediciones que nos permitan determinar si una persona puede o no realizar esta actividad. Y empezaremos con un examen médico.

Por ejemplo, si un actor  tiene problemas vocales, no podrá ser actor; aquí tiene que probar destrezas de alto rendimiento. Vamos a tener materias muy fuertes en el tema de movimiento, acrobacia, es decir, que tienen que demostrar ciertas aptitudes. Son específicas para cada mención.

¿Cuánto se ha socializado y conversado con los actores y gestores teatrales? Porque existen reclamos que indican que ellos fueron aislados...
Es cuestión de percepción, empezamos a trabajar a una velocidad para cumplir con los plazos que estaban previamente establecidos. Pero nosotros hicimos trabajos de socialización en Guayaquil. Por ejemplo, en junio invitamos a grupos e instituciones de todo el país. Naturalmente, no pudieron estar todos: Hay limitaciones económicas. Pero, en todo caso, sí estuvo presente gente de Quito. También hubo grupos que no asistieron, como Malayerba, que en lugar de eso organizó un encuentro en contra de la Universidad de las Artes.

Pero no es el único grupo, incluso sectores universitarios ven con recelo el trabajo...
Sí, claro. Pero son críticas que no tienen fundamento. Y en ese sentido puede ser que no haya sido socializado lo suficiente, por todo el trabajo que hemos estado realizando. Es decir que ha sido un proceso arduo e intenso.

Ahí teníamos unas mallas, pero ahora ya tenemos algo estructurado. En Guayaquil se presentó y se analizó. Por ejemplo, estuvo el Teatro Cronopio, Teatro Ensayo -vinculado con la Universidad Central-, asistió Lenin Oña... Es decir que sí se invitó a personas. Luego, si ellos no socializaron con los suyos es otro problema. Se trajo expertos extranjeros.

Con ellos examinamos estas mallas, y se introdujo elementos que enriquecieron el trabajo.

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