Carnaval de negros y blancos llegó a Bogotá
La capital colombiana acoge desde anoche al carnaval de negros y blancos, patrimonio de la humanidad, que llega a Bogotá como anticipo del gran espectáculo organizado en la ciudad colombiana de Pasto, capital del departamento de Nariño.
Músicos y bailarines del tradicional festejo, iniciado en 1546 por las comunidades nativas, se presentaron en el Museo Nacional.
La parranda fue prohibida por las autoridades españolas, hasta 1834 cuando fue restaurada y desde entonces sobrevive como reliquia cultural de Colombia.
Aproximadamente 9 mil artistas, entre instrumentistas, danzantes, muñecones y actores sobre zancos, participan en la fiesta celebrada cada enero en Pasto, cuyos habitantes se preparan durante 12 meses para el evento.
Entre sus principales atractivos sobresale el grupo Indoamericanto, que interpreta música andina de la Amazonía y el Pacífico, entre ellas las sayas afrobolivianas, los sanjuanitos ecuatorianos, pasacalles españoles y el bambuco colombiano.
Con la presentación en Bogotá del carnaval de negros y blancos, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2009, queda abierta la convocatoria para asistir a esa celebración, defendida con orgullo por los lugareños.
El festejo es el alma de Pasto, en el transcurso del año los pobladores alistan coreografías, trajes y piezas musicales para deslumbrar al público durante varios días de presentaciones itinerantes por las calles de ese poblado, comentó a Prensa Latina la gerente de la función, Gisella Checa Coral.
Surgido inicialmente como expresión indígena, el carnaval realza el arcoíris de manifestaciones artísticas presente en el sur de Colombia y otras regiones vecinas. (I)