Huawei negocia con Bruselas ante las futuras medidas estadounidenses
La última moratoria que retrasa la aplicación de medidas contra Huawei concluye el 19 de noviembre. El veto le impedirle a compañía china a trabajar con los fabricantes de microprocesadores estadounidenses y, sobre todo, con Alphabet, de la que depende su acceso a Google Play y por tanto a las aplicaciones del sistema operativo Android que no estén en código abierto.
Tras dos prórrogas consecutivas de la prohibición de hacer negocios con la firma china, la Administración Trump debe tomar una decisión el próximo martes. Sin embargo, la estrategia y el mensaje que quieren transmitir desde los cuarteles generales de Huawei —una compañía que se sabe bajo escrutinio en todo el mundo— son claros: con Bruselas hay margen para el diálogo y el acuerdo, todo lo contrario con Washington.
“Si un amigo me dice que no me fíe de alguien, por supuesto que le escucharé. Pero lo que haré es mirar por mí mismo y tener un juicio propio. EE. UU. va a seguir atacando a todos aquellos que trabajen con nosotros, pero Europa tiene sus propios planteamientos y sigue una forma de trabajo colaborativa, basada en hechos y expertos, haciendo lo mejor para sus intereses”, indicó Abraham Liu, presidente de relaciones públicas en Europa y vicepresidente senior de la empresa,el ejecutivo.
Durante un encuentro con diario El País el ejecutivo informó que han conseguido sobrevivir “bajo las condiciones de la entity list (la lista negra de Washington) y nos hemos unido ante la presión externa”.
“El poder de EE. UU. se asienta sobre su capacidad militar, la importancia de su moneda y su capacidad para recabar datos digitales a escala internacional. Probablemente temen que, con la creciente presencia de Huawei, pueda perder ese poder: incluirnos en su lista negra solo es la forma más sencilla de ganar tiempo”, explicó.
Liu, radicado en Bruselas, desde donde comanda la relación con la Comisión Europea, se remonta a una década atrás para explicar el choque de hoy con Washington y las diferentes aproximaciones por países.
No obstante, en el continente europeo Huawei también está encontrando importantes resistencias a su expansión, especialmente en el despliegue de la tecnología 5G: Bruselas ha advertido de la posibilidad de que proveedores “de países externos” puedan comprometer la seguridad europea.
Las instituciones comunitarias tienen ahora poco más de un mes —hasta finales de año— para hacer público un conjunto de medidas paliativas para hacer frente a los riesgos e ciberseguridad. La firma china aguarda novedades. “No sabemos cómo será, pero la parte técnica es objetiva y basada en hechos”, subraya Liu. “Queremos colaborar con ellos”. (I)