Pobreza infantil multidimensional en América Latina

La incidencia de la pobreza en América Latina es mayor en niñas, niños y adolescentes; así lo demuestran varios estudios. Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal) son los menores de edad los más afectados en épocas de crisis, pero también resultan ser los menos beneficiados en tiempos de crecimiento económico. En la etapa de la niñez, la pobreza puede tener consecuencias que perduren durante toda la vida, por lo que su erradicación es una tarea prioritaria, si se busca romper con este ciclo en la región.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y Cepal aplican una metodología multidimensional para la medición de la pobreza infantil, la cual amplía su mirada más allá de los ingresos o del consumo. Se trata de una metodología con enfoque de derechos –basados en la Convención sobre los Derechos del Niño– que integra aristas como: nutrición, educación, vivienda, entre otras.

La Cepal, en su publicación Panorama Social de América Latina 2013, muestra que alrededor de 2011 el 40,5% de la niñez y adolescencia en América Latina estaba en situación de pobreza -incluyendo extrema pobreza- mientras que el 16,3% se encontraba en situación de extrema pobreza multidimensional. Estos porcentajes equivalen a 70,5 y 28,3 millones de menores de 18 años, respectivamente.  

Al observar las realidades de los países más allá del promedio regional, sobresalen: Guatemala, El Salvador y Nicaragua, según datos de 2006, 2010 y 2005; donde la población infantil y adolescente pobre alcanza casi el 80%. Chile, Uruguay y Costa

Rica muestran una incidencia de la pobreza infantil multidimensional menor al 20%, según datos de 2011. Reportes muestran que Ecuador alcanza un 40,7% de niñez y adolescencia pobres, y un 15,1% en extrema pobreza multidimensional, lo cual, pese a los muy significativos avances de los últimos años, ubica al país alrededor de los promedios de la región.

Si bien es posible hallar una serie de aproximaciones multidimensionales o unidimensionales para la medición de la pobreza, su análisis es fundamental dentro de la elaboración de políticas públicas. El diseño de la Estrategia Nacional para la Igualdad y la Erradicación de la Pobreza en Ecuador representa una oportunidad para articular voluntades y esfuerzos con el fin de garantizar el ejercicio universal de los derechos de la niñez y la adolescencia.

La erradicación de la pobreza en este grupo etario no solo traerá beneficios a corto plazo, sino que también permitirá romper el círculo intergeneracional