Ecuatorianos ganan campeonato en el exterior
Los ‘cheerleaders’ buscan que su práctica sea un deporte
Demostrar sus habilidades en acrobacia, equilibrio, baile y gimnasia es lo que más les apasiona a los jóvenes que son ‘cheerleaders’ en Ecuador.
Un ejemplo es el grupo de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS) de Guayaquil, que en marzo pasado se consagró campeón en la categoría Group Stant de la competencia UCA International All-Star 2015, en Orlando, Estados Unidos.
Michael Castillo, uno de los miembros del grupo ganador, revela que llegó a incursionar en la actividad por casualidad, hace 10 años, cuando aún estaba en el colegio. Ahora, a sus 25 años, cursa el segundo año de la carrera de Auditoría y encontró en las elevaciones y los saltos un nuevo pasatiempo que ahora es parte de su rutina diaria.
“Al principio lo veía normal, pero nunca me imaginé que iba a tomar tanto empeño y tanto esfuerzo”, asegura Castillo, al señalar que la disciplina y la dedicación han sido dos de los factores que los llevaron a lograr la presea.
Su compañera Joselyn Angulo, de 21 años, le dedica 4 horas diarias al entrenamiento de lunes a domingo y considera que la actividad es un deporte completo. Luis David Mera y Jorge Mero formaron parte del cuarteto que representó al país.
En cambio el equipo ADN Tundercats resultó ganador en la categoría Partner Stunt, en donde la dupla de Óscar López, de 27 años y Luisa Guerra, de 16 años, demostró las habilidades practicadas durante 3 meses.
Todos estos chicos participaron en el extranjero con la asesoría de la compañía Adventure Brands. También hay ganadores en Cuenca.
El grupo se llama Top Chear y fue la primera vez que participó en el extranjero, y quedaron en segundo lugar en la categoría junior nivel 1. Las 15 niñas participantes tienen entre 8 y 14 años.
“Entrenaron durante 6 meses para la competencia y hay chicas que tienen incluso experiencia de más de 7 años”, cuenta Marianela Medina, entrenadora de las jóvenes.
La meta es conseguir más cabida para los ‘cheerleaders’ en Ecuador y consagrarlo como un deporte, como ya lo hizo EE.UU. el año pasado. (I)