“La academia y los medios deben respaldar más la riqueza natural”
En estos diez años de investigación del olinguito, ¿qué funciones ejerció?
Organicé la expedición a Ecuador, realicé las salidas exploratorias para encontrar los especímenes, analicé los datos para la historia biogeográfica de los olinguitos y sus parientes, y aporté durante la escritura del artículo científico.
En la metodología de su investigación, ¿cuántos ejemplares fueron analizados?
Estudiamos todos los especímenes de olingos en 18 colecciones de historia natural de Alemania, Canadá, Ecuador, Estados Unidos, Inglaterra y Suecia. Aproximadamente, revisamos el 95% de los especímenes que se encuentran en museos.
¿Cómo se fomenta el espíritu y afición científica o ambiental en la comunidad?
No hay que dejar que los niños se desinteresen de la ciencia. Todos nacemos científicos, llenos de curiosidad y con muchas preguntas. Tenemos que lograr que el sistema académico enriquezca esa curiosidad innata por el mundo natural.
El olinguito recibió una gran cobertura a nivel nacional e internacional. Sin embargo -antes de esta criatura- también se halló al murciélago de lengua larga del que se dice poco ahora. ¿Por qué olvidamos estos hallazgos?
Creo que nos olvidamos de estas noticias porque dejan de serlo. Es natural. Lo negativo está en que, también, nos descuidamos por completo de la riqueza natural que tenemos, algo muy grave; en parte se da por la escasez de estudios sobre nuestra diversidad y la inapropiada cobertura de los medios. Por suerte el olinguito adquirió mucha atención mediática; ahora esperemos que toda esta atención despierte la preocupación en la población.
¿Conoce alguna política pública enfocada a la conservación de estas especies, que no se cumpla? En ese caso, ¿cómo debería fortalecérsela y qué medidas deberían aplicarse?
No, no conozco ninguna ley que proteja a las especies. Peor en estos días en donde las reservas intangibles quieren ser explotadas.
¿Qué destrezas necesita un investigador de biología?
Son variadas, creo que no hay dos biólogos iguales... Hay unos que son buenos con las matemáticas, otros que no; unos son muy buenos escribiendo, otros no tanto, y así podría enumerar muchas. Sin embargo, pienso que sobre todo un biólogo debe ser curioso y perseverante.
¿Qué características de la reserva Otonga fueron las que más le sorprendieron?
Siempre digo que Otonga es el bosque más bonito en el que he estado. Me gusta mucho ver cómo los árboles están cubiertos de epifitas que son plantas como musgos, bromelias y orquídeas, que crecen en los troncos y ramas de los árboles. Me gusta mucho ver la cantidad de colibríes y escuchar el canto de las aves, como los yumbos y tucanes.
Desde Oldfield Thomas, que registró 2.000 especies, ¿quiénes han localizado o identificado nuevas especies hasta la fecha?
Muchos científicos, principalmente hasta mediados del siglo XX; luego hubo un freno en las descripciones de mamíferos, porque la gran mayoría ha sido descrita ya. Sin embargo, descubrimientos como el del olinguito nos demuestran que varias novedades nos aguardan.
¿Cuál fue el costo de la inversión en la investigación del olinguito?
La expedición para su hallazgo costó alrededor de $15.000, y con los análisis genéticos o visitas a museos asciende a $25.000, que fueron financiados por el Instituto Smithsoniano.