La Fundación Oso Pardo obtuvo el XII Premio Fondena para la Protección de la Naturaleza por su labor en la protección y conservación de esta especie y su hábitat en la Cordillera Cantábrica, Península Ibérica, en España.

El premio reconoce la capacidad de la Fundación de crear un clima de opinión social favorable a la conservación de la especie.

La Fundación Oso Pardo (FOP) es una ONG creada en 1992, cuando la población de osos en el cantábrico no superaba la cifra de 60-80 ejemplares.

Desde entonces, se ha ampliado tanto el ámbito geográfico de actuación -Cordillera Cantábrica y Pirineos- como la envergadura de los proyectos de conservación hasta llegar a la cifra de 350 ejemplares aproximadamente distribuidos entre Asturias y Castilla y León, Cantabria y Galicia, según datos de la Fundación.

El Premio Fondena destaca los esfuerzos que la fundación ha puesto “en resolver los conflictos entre humanos y osos escuchando a los sectores afectados y buscando soluciones y consensos”.

Según el jurado, en este proceso se han suscrito numerosos convenios y acuerdos con asociaciones y federaciones de caza, de apicultores y ganaderos y con administraciones locales.

El premio es concedido cada dos años por la Fundación Fondo para la Protección de la Naturaleza (Fondena) y tiene como objetivo ayudar y reconocer a quienes defienden la naturaleza.

Son 30.000 euros, que serán entregados el 21 de noviembre próximo a Guillermo Palomero García, presidente de la FOP.

Según la Agencia Sinc, hasta 2018, 17.000 de estos ejemplares habitaban en el continente europeo distribuidos en más de 10 poblaciones y 22 países. Algunos de estos grupos están en peligro debido a su tamaño relativamente pequeño.

“El hecho de que todavía haya un hábitat adecuado para los osos pardos es una gran oportunidad para la conservación de la especie”, señaló Néstor Fernández, del Centro Alemán para la Investigación Integral de la Biodiversidad (iDiv). (I)