En el último día de la ‘Subasta Inversa Corporativa de Medicamentos’, realizado ayer por el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop), se ofertaron (puja) 60 fármacos de los 425 que abastecerán por los próximos 2 años al Ministerio de Salud, al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) y al Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (Isspol).

Durante el proceso, efectuado en Quito, participaron 160 empresas nacionales e internacionales. La jornada inició ayer a las 08:30 con un protocolo riguroso de seguridad. Las 20 personas autorizadas a entrar a la sala de puja -entre ellas miembros de la comisión técnica, veedores y periodistas- firmaron una carta de confidencialidad, para evitar la filtración de información que podría dar ventaja a los oferentes.

Al ingreso a las instalaciones se retuvieron dispositivos móviles como celulares, tablets y grabadoras. Hojas de papel y esferos tampoco fueron permitidos. En un último filtro, un guardia verificó que nadie porte objetos metálicos.

En la sala estaba dispuesta una mesa larga, donde se ubicaron tres pantallas que permitían seguir el proceso de forma virtual. Dos de ellas mostraban segundo a segundo los cambios en las ofertas.

En el sistema, las farmacéuticas participantes no aparecieron con sus nombres sino con un número asignado de forma aleatoria para evitar sesgos por parte de los técnicos. En cambio, la tercera pantalla mostraba la información pública a la cual podían acceder los oferentes y ciudadanos en general.

La primera puja (oferta) inició a las 09:00 y duró 15 minutos. Según el protocolo, se requerían al menos 2 oferentes para comenzar; en caso contrario, la subasta hubiese sido reprogramada para las 24 horas subsiguientes.

Existieron 17 oferentes para la subasta de la cefalexina, un antibiótico para tratar infecciones bacterianas en el tracto respiratorio, la piel, los huesos, el oído. La puja partió de un precio referencial de 0,097 por unidad de medicamento. Después de 10 minutos, no hubo mayor variación. Sin embargo, el escenario cambió casi al terminar la subasta.

En los últimos 18 segundos llegó una oferta de $ 0,03 por unidad y ganó. Según Santiago Vásquez, director general del Sercop, en los últimos 10 segundos las subastas suelen tornarse más agitadas, pues una tras otra las empresas presentan la mayoría de ofertas.

En el caso de la ampicilina+sulbactam, un inhibidor de la enzima bacteriana betalactamasa, el precio referencial por unidad fue de $ 0,79 y alcanzó una oferta final de $0,20. Algo similar ocurrió con el paracetamol, cuya negociación comenzó con un precio de $ 0,011 y culminó con un precio de $ 0,002.

Vásquez indicó que la subasta permitió, en promedio, un ahorro del 65%. “Hasta el momento tenemos un ahorro para el país de, por lo menos, $ 240 millones de los $500 millones previstos para esta contratación”. También el funcionario señaló que 42 de las 63 empresas ganadoras son nacionales.

Se estima que el 90% del monto subastado lo ganaron farmacéuticas ecuatorianas. El 49% de ellas obtuvo la preferencia del 17,5% otorgada por el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro).

El director general del Sercop calificó el proceso como ágil, innovador y transparente: “Todos los ecuatorianos estamos ganando cuando el Estado ahorra. Los ciudadanos accederán a medicamentos más baratos y la industria nacional obtuvo una preferencia justa que le permitió ganar procedimientos”.

Por otra parte, para garantizar que los medicamentos sean seguros, eficaces y efectivos, el rol de la autoridad sanitaria nacional será importante. “Continuaremos con acciones para garantizar que los medicamentos cumplan con los requisitos correspondientes previo a ser adjudicados”, anunció Verónica Espinosa, viceministra de Gobernanza y Vigilancia de la Salud.

Para ello, el Gobierno Nacional está implementando un sistema riguroso que permite que los ganadores de la subasta accedan a la documentación y normas de calidad necesarias. Entre ellas, se encuentra el registro sanitario ecuatoriano que deben obtener las empresas nacionales y extranjeras.

No obstante, este no será el único control que se establezca. La ‘Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria’ (Arcsa) establecerá una red de fármaco-vigilancia en las unidades de salud para verificar la calidad de los medicamentos.

Además, el sistema de subasta inversa garantiza que el proveedor entregue los medicamentos en cada una de las unidades de salud a escala nacional. Según Espinosa, ese requerimiento contribuye a descargar la responsabilidad logística de la autoridad sanitaria.

Para completar el cuadro nacional de medicamentos básicos, Vásquez mencionó que el presidente de la República, Rafael Correa, dispuso que se abra una nueva subasta  para adquirir 300 medicamentos adicionales. (I)

DATOS

60 días de plazo tienen los oferentes para entregar la documentación habilitante para que se les adjudique efectivamente los procedimientos.

Hasta junio, 6.604 unidades de salud de todo el país podrán requerir los medicamentos que se capten con la subasta inversa. Estos les serán entregados en un plazo de 15 días.

En 2011 el procedimiento de subasta inversa de medicamentos permitió solo la negociación y adjudicación de 200 fármacos del cuadro básico nacional utilizado por la red pública de salud.

Entre el 8 y 9 de marzo se terminaron de adjudicar 108 tipos de medicamentos del cuadro nacional previsto para 2016. Estos fármacos quedaron pendientes durante la primera adjudicación realizada en febrero de este año porque se requerían precisiones en las fichas técnicas e insumos entregados por el Ministerio de Salud al Servicio Nacional de Contratación Pública. (I)

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El proceso contó con 57 veedores

La puja agilitó la adquisición de los fármacos

El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social acreditó a 57 veedores para efectuar un seguimiento del proceso de subasta inversa de medicamentos desde mediados de enero. De acuerdo a Felipe Fiallos, su coordinador nacional, el procedimiento “mejoró en el 200% en relación al proceso de 2011”.

Aunque no dio mayores detalles, Fiallos destacó que durante la subasta de este año la información relevante fue pública. Esto creó un precedente para futuras contrataciones, pues en Ecuador es el primer proceso de compras públicas con veedores. El informe final de la comisión de veedores será emitido en agosto.

Para Santiago Vásquez, el éxito de la nueva subasta radicó en que fue más participativa y transparente; a su vez, se permitió que se doblara el número de oferentes en relación a la experiencia anterior.  “En 2011, debido a la exclusividad dada a las empresas nacionales, hubo un proveedor en el 60% de las subastas. Ahora vemos que en el 80% de las subastas hay al menos 11 proveedores”.

Dadas las nuevas condiciones, se estima que solo el 10% de las contrataciones de medicamentos se hará por medio de negociaciones.

Para Vásquez, la plataforma digital utilizada tuvo un rol importante durante el proceso. Una de sus ventajas fue que agilitó la adquisición de medicamentos y evitó papeleos. Esta plataforma es una de las más modernas en América Latina. (I)