Debate: ¿Hasta qué punto las creencias religiosas deberían afectar la salud?
Soraya S. G. y sus dos hijas estuvieron involucradas en un accidente de tránsito frente al Riocentro Norte. Una menor falleció al instante. La otra niña y la mamá fueron transladadas al hospital. Soraya, una fiel de la iglesia de los Testigos de Jehova, rechazó una transfusión de sangre para acatar los fundamentos de su religión. Por su rechazo al procedimiento médico, Soraya murió.
La niña se encuentra con pronóstico reservado en el Hospital Luis Vernaza. Se espera que los familiares (algunos son Testigos de Jehovah, otros no) decidan si la niña podrá recibir la transfusión de sangre que le podría salvar la vida.
Ignacio Vidal Maspons, constitucionalista indica que "el Estado tiene la obligación de proteger la vida por encima de los conceptos religiosos, pero también es cierto que las personas tienen la potestad de elegir”. El problema allí, asegura, es para los médicos, que se ven atados de manos ante una decisión personal guiada por convicciones religiosas.
El artículo 12 de código penal señala: “No impedir un acontecimiento, cuando se tiene la obligación jurídica de impedirlo, equivale a ocasionarlo”. En el caso de la niña sobreviviente:
¿Hasta que punto deben los doctores respetar las creencias religiosas que afectan a la salud de sus pacientes?
¿Debe el personal de salud u organismo estatal intervenir si la religión de la familia perjudica a la salud de la menor de edad?
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