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Ecuador, 31 de Enero de 2025
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El Telégrafo
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El 35% de las mujeres en el mundo ha sufrido algún tipo de abuso físico o sicológico

“Conozco mis derechos y te voy a denunciar” (Galería)

Grupos de mujeres se reunieron en la Plaza San Francisco, de Guayaquil, para defender sus derechos y entregar mensajes de no quedarse calladas. FOTO: CARINA ACOSTA.
Grupos de mujeres se reunieron en la Plaza San Francisco, de Guayaquil, para defender sus derechos y entregar mensajes de no quedarse calladas. FOTO: CARINA ACOSTA.
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Desde París hasta Nueva York, los principales monumentos turísticos aparecieron pintados de naranja, el color para recordar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Ecuador no fue la excepción.

En todos los lugares el mensaje fue universal y rememoró la declaración de Beijing: “la violencia contra la mujer impide el logro de los objetivos de igualdad, desarrollo y paz. El maltrato viola y menoscaba o impide su disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.

En Guayaquil hubo una celebración especial. Decenas de mujeres que habían sufrido maltrato elevaron sus voces y contaron sus historias. Marina España Sánchez, de 55 años, fue una de ellas. Recuerda que los maltratos empezaron con frases como “estás gorda, estás fea, no sirves como mujer”, para luego pasar a cachetadas, golpes, patadas. Así transcurrieron casi 20 años. “Siempre me preguntaba a dónde voy o qué hacía”.

Un día Marina acudió a talleres que impartía el Cepam, acerca de violencia. Aprendió sobre sus derechos como ser humano y mujer, y esto la llevó a que una tarde, de forma firme y muy segura, le diga al padre de su 5 hijos “siéntate, vamos a hablar, hasta hoy tú me maltratas, yo conozco mis derechos y te voy a denunciar”.

Precisamente, no quedarse callada ante una situación violenta, fue uno de los mensajes del encuentro. Así lo rezaban los carteles de grupos de activistas. Hubo la participación de estudiantes del Instituto Técnico Superior Guayaquil, con la cara pintada de calaveras, y jóvenes del colegio Ana Paredes indicaban en voz alta que “lo peor que una mujer podía hacer es callar”.

“En la clase de recorrido participativo nos enseñan que se debe denunciar y evitar que una conversación se torne violenta”, dijo Reina Loor, de 16 años.

También fueron relatadas historias de mujeres que murieron en manos de sus parejas; que perdieron a sus hijos y otras que terminaron en la cárcel por defenderse. Uno de  los testimonios fue expuesto por la madre de una joven asesinada de un tiro, cuyo novio es acusado de autor intelectual.

Nuevo convenio

En Quito, representantes de ONUMujeres firmaron un convenio con Unasur, que contempla un plan de acción para estudiar la violencia contra la mujer en América Latina. La estrategia incluirá  un indicativo tipo semáforo, que ubicará a cada país de acuerdo a sus esfuerzos para frenar la problemática.

Mony Pizani, representante de ONU Mujeres en Ecuador, destacó la tarea del país en el aspecto judicial, también mencionó que aun la impunidad es mayor que la denuncia de actos de violencia.

Mientras que el expresidente colombiano Ernesto Samper, titular de Unasur, indicó que una encuesta mundial determinó que la mujer más discriminada culturalmente es la asiática, la más discriminada socialmente es la africana y más vulnerada laboralmente es la sudamericana. “Esto nos permite reflexionar que América es la región más desigual del planeta”, dijo Samper durante la firma del convenio.

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