La inauguración del I Foro de Ciencia y Tecnología de la Celac-China, realizado en la sede de la Unasur en Quito, estuvo marcada por hitos de América Latina. Por ejemplo, los 33 países miembros del bloque albergan el banco genético y biodiverso más grande del mundo.

“Tenemos que trabajar con todos los países de la región con una agenda estratégica que contemple la protección de nuestra riqueza natural y ancestral, la cual ha sido explotada desmesuradamente por transnacionales sin ningún cuidado, ni beneficio directo”, enfatizó René Ramírez, titular de la Senescyt, en la ceremonia de apertura del encuentro, cuyo eje también es aprender de la experiencia china en innovación y tecnología.

De ahí la invitación extendida al gigante asiático para participar del foro, que se definió el pasado enero cuando el presidente Rafael Correa visitó Beijing.

Por su parte, el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, indicó que el foro debe tener 3 referencias fundamentales: el respeto a los conocimientos ancestrales, la protección a la biodiversidad y la necesidad de agregar valor a los recursos y patrimonio de los países miembros de la Celac.

“Cuando llegó la colonización hace más de 500 años, aquí en nuestras tierras ya existían civilizaciones con extensos conocimientos aún más profundos que los traídos por los europeos”, dijo Samper.

Uno de los desafíos globales más comunes es el cambio del modelo productivo, por ello Ramírez recalcó la necesidad de plantear una nueva matriz cognitiva, ya que la crisis de civilización es consecuencia de que el desarrollo de la ciencia y tecnología ha sido enfocado a la guerra en vez de la paz. En el caso de China, su éxito como potencia innovadora se ha basado en la generación de desarrollo científico.

Al encuentro también asistió el vicepresidente, Jorge Glas, quien remarcó que la cooperación entre ambos bloques demanda una relación fundamentada en la “formación de talento humano, acceso a tecnologías y financiamiento”.

En el marco del foro se efectúa una feria con 36 proyectos de 25 empresas chinas en campos como: ferrocarriles de alta velocidad, tecnologías de la información y la comunicación, electrónica y agricultura. Uno de los inventos fue el satélite comercial de teledetección GF-1, que obtiene imágenes de alta resolución de la Tierra. Con el equipo es posible monitorear los cambios en el medio ambiente, por ejemplo. Otro avance mostrado fue el tren de alta velocidad. China es la quinta nación que más invierte en ciencia y tecnología a nivel mundial. Alrededor del 2,08% de su PIB va a este rubro. (I)