Quito / Latacunga / Cuenca / Machala / Guayaquil.-

Un bus interprovincial que cubría la ruta Amaluza-Loja se incendió alrededor de las 04:00 de ayer en la carretera entre Loja y Catamayo. El hecho no dejó víctimas.

Es el segundo incidente en los últimos 4 días que culmina en el incendio de un bus interprovincial.

La noche del viernes, la unidad 45 de la cooperativa La Maná se volcó e incineró en el kilómetro 30 de la vía Alóag-Santo Domingo.

El siniestro causó la muerte de 14 ciudadanos y heridas a otros 30. De ellos, 19 fueron dados de alta y 12 permanecían hospitalizados hasta el domingo. Uno se mantiene en terapia intensiva del hospital Eugenio Espejo de Quito.

Siete de los fallecidos fueron identificados hasta ayer. Los otros cuerpos siguen en el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de la Policía. Se intenta determinar los nombres mediante la localización de rasgos como prendas de vestir, lunares o alguna otra señal.

En caso de que eso no funcione, se utilizarán análisis de ADN. Anteayer, familiares de los muertos entregaron muestras de saliva y otros elementos corporales para la comparación del material genético.

El ministro de Seguridad, César Navas, anunció que como parte de la campaña nacional para reducir los niveles de accidentabilidad, se fortalecerán los controles a los vehículos de transporte y particulares.

Mañana, miércoles, está prevista una reunión entre el presidente Lenín Moreno, otras autoridades y transportistas para tratar el tema de seguridad en las vías ecuatorianas.

Entre tanto, la cooperativa La Maná no vendió boletos en la terminal terrestre de Quitumbe (sur de Quito), de donde salió el vehículo accidentado.

La Agencia Nacional de Tránsito (ANT) suspendió totalmente sus operaciones hasta que se esclarezcan los hechos.

Manuel Villares, gerente de la compañía, aseguró que hasta ayer no les notificaban nada oficialmente. Según él, la empresa se fundó en 1978, tiene 55 socios y los carros son nuevos, con modelos que van de 2013 a 2018. Añadió que es primer incidente de este tipo desde que operan.

Entre tanto, el alcalde de La Maná, Juan Villamar, solicitó la presencia del gobernador Héctor González para impulsar los peritajes que permitan determinar las responsabilidades en el accidente.

Villamar señaló que no se puede afectar a todos los miembros de la cooperativa y sus familias. La tarde de ayer estaba prevista una sesión en el Municipio para establecer medidas.

No hay control de alcoholemia

4.010 unidades de transporte intercantonal e interprovincial han sido revisadas en la terminal terrestre de Cuenca, en lo que va de este año.

Según Mateo Cobos, gerente operativo de Transporte Terrestre de la EMOV, las revisiones se registran en diferentes tiempos y durante las 24 horas de día. “Es el control más exhaustivo y largo que se hace en vía pública”. Agregó que las 4.010 unidades fueron sometidas al control desde enero hasta mediados de este mes.

“Se revisa el estado de los neumáticos, luces, limpiaparabrisas, ventanas, documentos de matrícula y revisión técnica vehicular”.

Según usuarios de la terminal terrestre de Cuenca, si bien existen controles a las unidades, no se realizan las pruebas de alcoholemia.“Lamentablemente, el medidor de alcohol en la sangre no funciona desde hace aproximadamente 10 meses, pero esa es una responsabilidad de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT)”, manifestó Cobos.

Añadió que no se ejecuta la prueba porque no está firmado el control de mantenimiento y repuestos con el proveedor. “En este caso hay un control visual por parte del agente de tránsito, en caso de que existan dudas sobre el estado de la persona que conduce el transporte público”.

Revisión solo en feriado

Machala no cuenta aún con una terminal terrestre, por lo que a la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) se le complica desplegar personal en las más de 20 miniterminales para la revisión de salida de los buses interprovinciales e intercantonales.

Ayer, en un recorrido por 3 miniterminales, se observó el nulo control a la salida de los buses hacia Guayaquil o Cuenca.

Una situación similar se detecta en las dos terminales terrestres que existen en Guayaquil: la Jaime Roldós Aguilera (av. Benjamín Rosales) y Municipal Pascuales (km 14,5 vía a Daule).

En días normales, la presencia de los agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) se limita a los accesos aledaños de las estaciones para restringir el abordaje de pasajeros en sitios no autorizados. (I)

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