Personas en situación vulnerable recibieron conocimientos en oficios
En manos hábiles, cualquier material puede transformarse en una obra de arte, y en ocasiones, esas habilidades se descubren por casualidad.
Eso les pasó a los 12 participantes de los talleres de capacitación del albergue San Juan de Dios, que en este tiempo de aislamiento social aprendieron conceptos básicos en manualidades, panadería, pastelería, corte y confección.
Experiencias positivas
Maité Sulbarán es una mujer de 56 años, originaria de Maracaibo, Venezuela, quien después de ejercer su carrera como administradora de seguros mercantiles decidió salir de su país en busca de un mejor futuro para ella y su hijo.
Cuenta que su destino final era Bahía de Caráquez; sin embargo por un quebranto en su salud se quedó en el albergue.
Ahora, con los conocimientos adquiridos tanto en pastelería, como en corte y confección, le gustaría emprender un negocio en compañía de su hijo, quien también recibió capacitación.
Talleres certificados
El albergue lleva entre 10 y 12 años construyendo su escuela de formación, gracias al apoyo de la congregación y la empresa privada.
Cada taller tiene una duración de 40 horas y los participantes reciben un certificado avalado por el albergue y los instructores que participan en las capacitaciones.
Verónica Jiménez, trabajadora social del espacio, explica que los talleres se dictan para brindar a las personas, en situación de movilidad humana, la oportunidad de mejorar su calidad de vida y salir adelante.
El albergue San Juan de Dios funciona desde 1987 en el Centro Histórico de Quito. Para conocer cómo ayudar con la labor social del espacio se puede revisar la información en sus redes sociales y su página web: www.sanjuandedios.ec. (I)
