Peatónito es una celebridad en México. La máscara y la capa que usa desde 2013 han hecho que la gente lo vea como una especie de ‘superhéroe’ que lucha por los derechos de los peatones.

Al igual que sus colegas gringos, Batman o Superman, se niega a revelar su identidad secreta.

Pero si el primero es un multimillonario misántropo y el otro un tímido reportero, Peatónito es un licenciado en ciencias políticas que trabaja en la función pública. A confesión suya, dedica dos horas diarias a su trabajo de superhéroe, algo que toma muy en serio.

La más común de sus acciones ‘heroicas’ es colocarse en alguna intersección de la sobrepoblada capital mexicana y actuar como agente de tránsito.

La semana que termina participó en una actividad de este tipo en el redondel de la plaza Artigas, una de las intersecciones más complicadas de Quito.

En esta ocasión contó con el apoyo de sus colegas Superando, de Brasil; y el personaje ecuatoriano Peatón Man.

El brasileño, que usa un antifaz para mantener el anonimato, reconoce que adoptó su alter ego fantástico inspirado en el ‘azteca’.

Peatónito, por su parte, considera que su inspiración principal fue Superbarrio, el personaje dedicado a ayudar a quienes perdieron sus viviendas en el terremoto que sacudió a México en 1985.

Hace suyas, también, las ideas de Gandhi y Martin Luther King, pues asegura que en su lucha para privilegiar a la gente frente a los autos no admite la violencia.   

Por ello ya no efectúa tan a menudo su acción más famosa: la recuperación de veredas de los autos mal estacionados caminando sobre los carros.

En su decisión, sin embargo, pesa también el pedido de su madre para que ya no lo haga. (I)