Las viviendas quiteñas reciben inspección de los bomberos
El cabo de Bomberos José Jumbo recorre la vivienda que habita Lilian de Pujos junto a su familia desde hace aproximadamente 30 años en el barrio La Vicentina (centro-este).
Son alrededor de las 18:00 del jueves pasado, y el suboficial observa y verifica el estado de las conexiones eléctricas del inmueble.
Mira atentamente los cables que salen desde los medidores al interior del inmueble y comprueba que se encuentran en buen estado. Ingresa a la edificación en busca de alambres sueltos, cortapicos saturados de enchufes o tomacorrientes dañados. La revisión le permite dar, en términos generales, su aprobación.
No obstante, quien actúa como su superior inmediato y participa durante el procedimiento, el subteniente Franklin Brito, retira uno de los sillones y al encontrar cables que cruzan por el piso hace una observación a la dueña de casa: “Es preferible que no mantenga las conexiones de ese modo, pues cuando se realizan labores de limpieza, pueden golpearse los alambres o los enchufes y afectarlos. Es mejor si instala canaletas pegadas a las paredes para que los cables vayan dentro de ellas y así estén protegidos”.
Hace una sugerencia similar cuando encuentra en el comedor un cable que cruza desde el horno microondas a casi todo lo largo del aparador.
Según el oficial del Cuerpo de Bomberos de Quito, la mayor parte de problemas hallados durante la campaña preventiva contra incendios iniciada el año pasado se relacionan precisamente con el estado de las conexiones eléctricas. Esto, a juicio de Brito, tiene mucho que ver con la construcción improvisada de muchas viviendas en la capital.
Los bomberos cuentan que el programa de visitas a hogares está previsto que dure 5 años y que aunque no se pretende cubrir a todos los inmuebles del Distrito Metropolitano, sí se espera llegar a la mayor cantidad posible.
El oficial de bomberos comenta que los recorridos se realizan de lunes a viernes, de 17:00 a 20:00, y que cada día se efectúan 10 de estas inspecciones. El personal de cada uno de los 5 cuarteles de la entidad de combate al fuego se encarga de los barrios de su sector.
Brito aclara que el objetivo no es aplicar sanciones ni establecer ningún requisito obligatorio, sino hacer sugerencias sobre seguridad a la ciudadanía y empezar a crear una cultura de prevención de desastres tal y como existe en otros países.
Que las personas cumplan con las propuestas de los miembros de la entidad dejan en un formulario que se llena en cada ocasión, depende de cada uno.
Las instalaciones de gas licuado de petróleo tanto de cocinas como de sistemas de calentamiento de agua (calefones) también son objeto de control por parte del personal de la casaca roja.
En la mayoría de los casos, las sugerencias van encaminadas al uso de mangueras de conexión de tipo industrial, por ser las más seguras.
El cabo Jumbo hace hincapié, además, en la idoneidad de cambiar dichas mangueras cada 6 meses para evitar percances y en la necesidad de que las personas realicen continuamente controles para comprobar que no existan fugas de gas. Además, se procura que las personas mantengan en la parte externa de sus domicilios los cilindros de gas; tanto los que se utilizan para cocinar como los que se utilizan para los calefones.
Ese fue el caso de la visita realizada por el grupo de bomberos del cuartel ubicado en las calles Ignacio de Veintimilla y Reina Victoria (centro-norte) al departamento que arrienda Bárbara Méndez en el antes mencionado sector de La Vicentina.
Allí, Brito y su equipo hallaron, por ejemplo, que la bombona de gas funcionaba junto a la cocina, generando un riesgo de ignición.
Adicionalmente, los miembros del organismo de la casaca roja recogen información sobre la preparación de los quiteños para enfrentar emergencias; les consultan, por ejemplo, si la familia tiene establecido un plan de evacuación, si han definido un sitio de reunión o si existe en la vivienda un extintor. En la mayoría de los casos, la respuesta a estas preguntas suel ser negativa.
Elsa Guevara, moradora del barrio Bellavista Alta (noroccidente), cuya casa fue inspeccionada el año anterior, asegura que el proyecto le parece útil con el fin de ir generando conciencia entre las personas sobre medidas de prevención, lo que considera una deficiencia permanente.
Datos
Los integrantes del Cuerpo de Bomberos realizan las inspecciones en vehículos de la entidad y portan sus uniformes, con el fin de facilitar su identificación por parte de la ciudadanía.
Por lo general, cada procedimiento de control es realizado por 3 uniformados.
De acuerdocon datos de la entidad, alrededor del 80% de los habitantes de los hogares visitados muestran receptividad con el procedimiento de verificación.
Buena parte de los capitalinos anuncia que acogerá la sugerencia de los bomberos. Sin embargo, esto no es posible que sea verificado (al menos, por el momento), pues no está previsto que se realicen visitas de comprobación.
Al cabo de las inspecciones, los integrantes del organismo de lucha contra el fuego marcan el inmueble con un sello.