La reforma de los contratos de operación vigentes de las compañías es una de las alternativas para lograr la transformación
El Concejo quiteño busca el cambio del modelo de operación del transporte
El domingo, a dos días de la suspensión del servicio de transporte vivido en Quito, media docena de controladores y choferes de bus esperaban desde las 07:00 en la intersección de la av. Mariscal Sucre y la calle Flavio Alfaro (noroccidente).
Aguardaban, como lo hacen a diario, que el dueño de algún vehículo los contratara por algunas vueltas, la mañana o, en el mejor de los casos, durante el día.
Muchas de estas personas se ganan la vida así, trabajando de manera ocasional, sin estabilidad y, peor aún, sin seguridad social.
La transformación de estas relaciones laborales forma parte del cambio integral del sistema de movilidad de la ciudad que se plantea desde el Concejo como requisito a un alza de pasajes.
Carlos Páez, edil por Alianza PAIS (AP), apunta que ello pasa por la reforma de los contratos de operación que rigen actualmente la movilidad quiteña y que fueron firmados hace poco por la Alcaldía con el gremio de conductores.
Páez señala que el cambio principal que debería incluirse en el proyecto de ordenanza tarifario tiene que ver con la aplicación de un sistema empresarial en el transporte.
Apunta que el modelo de negocio actual es caduco, porque cada bus depende de lo que haga su propietario y no de políticas organizacionales que establezcan sanciones o incentivos.
“Debe pasarse de que los buses son propiedad de un individuo a ser capital social de una operadora, compañía o cooperativa”, dice.
De esa manera se evitaría, por ejemplo, que el propietario decida si sale a trabajar o se retira a determinada hora y este tipo de cosas esté normado de manera estricta.
La concejala independiente Daniela Chacón coincide con la necesidad de cambiar el modo de operación del sector.
En una entrevista en radio Pública, la edil dijo que de esa manera se garantiza la confiabilidad del transporte. Esto significa “que el usuario sepa que el bus va a llegar, a qué hora llegará y que llega a todos los lugares”.
La transformación permitiría, también, el establecimiento de una caja común (recaudación unificada) por zonas de la ciudad, lo cual evitaría que los choferes compitan con sus colegas de cooperativa o compañía, incluso con los de otras empresas que circulan por el mismo sector. (I)