El pregón marcó el inicio de unas fiestas sin licor
La capital inició oficialmente el sábado con el pregón desarrollado en la plaza de San Francisco (Centro Histórico), las celebraciones por los 479 años de fundación española.
Durante el evento, el alcalde Augusto Barrera y la Reina de Quito 2013, Cristina Elizalde, llamaron a los ciudadanos a vivir una conmemoración alegre, pero sin excesos.
Este será el tercer año consecutivo en que las festividades no tendrán el auspicio de marcas de licor y en que se aplicarán controles a la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en las actividades que se efectúen en la vía pública.
Aquello fue visible anteayer, pues personal de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) vigiló que la ordenanza municipal se cumpliera.
Además, el público que se acercó a observar el espectáculo contribuyó, pues aplaudió, cantó y bailó sin que se produjeran altercados ni se detectara la presencia de personas que consumieran licor o estuviesen bajo los efectos de este.
Gladys Hinojosa (46 años), quien acudió con toda su familia, comentó que se siente tranquila al saber que en los diferentes actos no se verán las escenas del pasado, “cuando la violencia y la agresividad eran las protagonistas”.
Asimismo, los comerciantes hicieron su parte, pues alegraron la noche a los niños ofreciéndoles globos, diademas brillantes y dulces. Además, en varios de los zaguanes de las casas ubicadas en torno a la plaza quiteña y abiertos para la ocasión, únicamente se vendían alimentos como quimbolitos con chocolate, humitas con café y empanadas de viento espolvoreadas con azúcar.
La eliminación de las bebidas embriagantes de las fiestas tienen su origen en el trabajo iniciado hace 13 años por la Red de Consejos Estudiantiles de Quito, capitaneados por el Liceo Internacional.
La iniciativa, denominada Vivamos las fiestas en paz, cuenta con la membresía de alrededor de 250 colegios, los cuales han sido declarados libres de alcohol.
Ana Emilia Poveda, estudiante del Liceo Internacional, dijo hace poco a EL TELÉGRAFO que la campaña permite a la gente, especialmente a los jóvenes, ver que se puede disfrutar de una fiesta sin licor. “Que existen muchas opciones para divertirse sin que al otro día te estés preguntando qué pasó”, afirmó la adolescente.
Este año, el Cabildo quiteño contribuyó con alrededor de 200 mil dólares al trabajo de los jóvenes con este fin, según Marco Dávila, coordinador del programa.
De acuerdo con Dávila, esos recursos se invierten en una serie de actividades que se realizan durante todo el año e incluyen charlas y seguimiento en los colegios, pero cuya punta visible son los eventos que se desarrollan durante las celebraciones capitalinas.
Colorido pregón
La noche del sábado la fiesta se inició con la presentación del Trío Pambil, encargado de efectuar la serenata a la nueva soberana quiteña y su corte.
Inmediatamente la alegría se hizo presente en San Francisco, pues tras escuchar los primeros acordes de la canción Romántico Quito mío, el Alcalde invitó a bailar a la Reina, lo que fue imitado en la tarima por las autoridades, y en la plaza por los ciudadanos.
El Grupo Yavirac, el Coro y Escuela Lírica, la Banda Sinfónica Metropolitana de Quito y la Orquesta de Instrumentos Andinos complementaron la velada con sus presentaciones, las que tomaron alrededor de tres horas y en las que el grito de Viva Quito se dejó escuchar de forma permanente entre el público.