Tababela, foco de inversiones para la economía nacional
Grupos empresariales provenientes de México, Colombia, Panamá y Ecuador llegaron con sus inversiones al nuevo Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, operativo desde la semana pasada y destinado a convertirse en uno de los polos de desarrollo económico de la capital.
Entre ellos destacan el Grupo Motta, parte del holding Copa, que ha invertido aproximadamente 6 millones de dólares en el área de duty-free; y el mexicano Grupo Mera, que llegó con 7 millones de dólares para instalar tres restaurantes de las cadenas Starbucks, Friday’s y Johnny Rockets.
En el sector de renta de vehículos están las compañías Thrifty, Hertz, Avis, Budget y Localiza. Cada una paga entre 30.000 y 100.000 dólares para funcionar en el aeropuerto de Tababela.
Los locales cancelan un arriendo, que no tiene un valor fijo por metro cuadrado, sino que se calcula a través de las ventas que se realicen mensualmente. Así, Quiport recibe entre el 10% y 20% de las transacciones que registre cada negocio, valor que varía de acuerdo con la actividad comercial, explicó Phillip Baril, titular de la concesionaria del aeropuerto.
Las inversiones que han llegado a la terminal son positivas para la capital, pues se establece un nuevo polo de crecimiento económico, señaló el especialista en franquicias Mario Castillo.
En el área de visitantes del nuevo Mariscal Sucre hay cinco establecimientos que ofrecen alimentos, snacks y golosinas para quienes llegan a sus instalaciones. El analista añadió que “los precios son altos porque las empresas responden a franquicias internacionales, pero el servicio no es malo”.
Este nivel de precios de los productos que se ofertan ha generado molestias entre los potenciales clientes, sobre todo en los ecuatorianos.
En la base, los almuerzos cuestan 8 dólares, un café 2,75 dólares, un sánduche hasta 8 dólares y un combo, compuesto por una humita y una empanada, 7,50 dólares. “No puedo pagar 15 dólares por una hamburguesa, 7,50 por una empanada y 2,50 por una botella de agua. Las empresas deben considerar que la realidad ecuatoriana es distinta”, señaló Luis Pérez, a pocos días de inaugurado el aeropuerto, quien esperaba a un familiar que llegaba del extranjero.
Arthur Pins, líder del proyecto Happy Stop de Confiteca, admitió que en general los precios son altos para el estándar nacional, pero -aclaró- que su isla ha mantenido los que tiene en sus locales de los centros comerciales El Recreo y Condado Shopping. Estos oscilan entre los 1,65 y 3 dólares por cada 100 gramos de chicles, caramelos o chocolates. “Estos precios han permitido que los trabajadores de las aerolíneas y viajeros consuman nuestros productos”, señaló Pins.
Otra molestia para quienes llegan a la terminal de Tababela han sido los altos precios para movilizarse, pues el medio de transporte más económico cuesta 2 dólares. “Cómo vamos a hacer cuando nos toque esperar dos o tres horas un vuelo retrasado como suele ocurrir”, comentó Martín Sánchez, quien viajó hacia Guayaquil.
La inversión total de la terminal superó los 630 millones de dólares, que provinieron de financistas estadounidenses, canadienses y del Estado ecuatoriano.
AEROPUERTOS, PARTE DEL CAMBIO DE LA MATRIZ PRODUCTIVA
Según estadísticas de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), entre 2009 y 2012, el Estado ha invertido cerca de 220 millones de dólares en la rehabilitación de la infraestructura aeroportuaria del país; en cumplimiento a lo establecido en el Código Orgánico de la Producción, que indica que las estaciones deben estar operativas para los sectores exportadores y turístico.
En el país hay 34 terminales aéreas, de las cuales cuatro ofrecen vuelos internacionales (Quito, Guayaquil, Cuenca y Manta) y las restantes cubren rutas nacionales para carga y pasajeros. Dentro de los aeropuertos pequeños, el que registra una mayor actividad es el de Latacunga, que cubre rutas hacia Guayaquil y Coca (Orellana).