La UE, América Latina y el Caribe
La Unión Europea trabaja con el Gobierno ecuatoriano y sus socios para reorientar las acciones de varios de sus proyectos en ejecución. Por ejemplo, a través de la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas AME/ACRA se darán observaciones técnicas al protocolo de gestión de residuos infecciosos del covid-19 para proponer una publicación de referencia para todas las 221 municipalidades del país.
Con FEPP se entregarán kits de alimentación para familias en zonas alejadas y con movilidad restringida en la frontera con Colombia, y para familias waorani aisladas y sin acceso a servicios básicos. Adicionalmente, se apoyará la educación a distancia en comunidades con acceso limitado a medios de comunicación y tecnología a través de material educativo para radio y tele-escuelas; guías curriculares para educación cultural-bilingüe y la adquisición de equipos de tecnología para apoyar el trabajo de los maestros y tutores. Más allá de estos recursos, donde nuestra asociación estratégica con Latinoamérica y el Caribe puede ser más efectiva, buscamos impulsar juntos una respuesta coordinada y multilateral robusta. Nuestras regiones han sabido responder a la crisis sanitaria, aplicando drásticas pero necesarias medidas como el distanciamiento social o el confinamiento. Pero la crisis sanitaria no conoce de fronteras, de regiones o países. El desafío no ha hecho más que comenzar. El coronavirus está causando una crisis económica global, que acrecentará las desigualdades y afectará más severamente a los más vulnerables. Europa y América Latina podemos hacer mucho más si actuamos juntos, avanzando una agenda multilateral en el G20, la ONU y las instituciones financieras multilaterales para que exista más espacio fiscal para evitar el colapso sanitario, el desplome económico y una grave crisis social.
El FMI y el Banco Mundial ya han anunciado líneas de financiación y alivio de la deuda de los países más pobres, pero no deben olvidarse de los países de renta media, como Ecuador, lastrados por un alto endeudamiento.
El coronavirus es un reto a la economía global inédito. Una respuesta eficaz necesitará movilizar la acción colectiva internacional. La Unión Europea y América Latina y el Caribe -una asociación de 60 países- han de aunar esfuerzos de nuevo. Es en momentos de crisis agudas cuando se ponen a prueba los vínculos entre países amigos. Y esta crisis nos ha vuelto a recordar que nuestra resiliencia depende también de la cooperación internacional. De esta crisis, solo saldremos unidos. (O)