Tendencias de eficiencia energética en el sector hidrocarburífero
Para los países de América Latina y el Caribe (ALC), el desarrollo económico con mayores niveles de eficiencia energética es un importante paso para la sostenibilidad. Los principales factores que impulsan la inclusión de políticas o estrategias de eficiencia energética en los diversos sectores económicos de un país son: la seguridad en el suministro de energía, mayor eficiencia en el gasto y alto potencial de ahorros energéticos en todas las etapas de producción y uso de la energía, así como la mitigación de impactos ambientales fruto de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Desde hace algunos años en casi toda la región se han observado importantes progresos, ya sea en el fortalecimiento del marco legal, creación de agencias o entidades específicas encargadas de la temática o la incorporación de planes de eficiencia energética al proceso de planificación general del sector. Actualmente, destacan países como México y Brasil que mantienen un arduo marco institucional y regulatorio de apoyo a estas actividades, implementado exitosos programas.
Paulatinamente se ha pasado de la exhortación del ahorro energético como atenuante frente a situaciones de crisis, a considerar a la eficiencia energética como un componente permanente de las políticas públicas y parte sustancial de la planificación sectorial. Pero el alcanzar el potencial de lo que realmente enmarca la eficiencia energética aún sigue siendo un desafío que demanda no solo la elaboración de políticas, sino la priorización y focalización de los presupuestos siempre limitados hacia la formulación de programas con mayor potencial de ahorro de energía y recursos.
Ecuador promueve la eficiencia energética e implementación de tecnologías y mecanismos que permitan alcanzarla, a través de la Constitución de la República y los Planes Nacionales de Desarrollo, en los cuales el sector hidrocarburífero es considerado como uno de los ejes relevantes por su importancia en la economía del país. Según datos del Balance Energético Nacional 2016, el consumo de hidrocarburos representa cerca del 80% del consumo energético nacional y las exportaciones petroleras el 41% de las exportaciones totales del país.
El objetivo de la industria de extracción de petróleo, refinado y transporte de hidrocarburos es suplir las necesidades con energéticos bajo principios de seguridad, calidad y rentabilidad, minimizando su participación en el cambio climático. Existe una gran variedad de oportunidades en la industria hidrocarburífera para reducir el consumo de energía, manteniendo o mejorando la productividad de las plantas, como lo demuestran los estudios de varias compañías del sector.
Los resultados de benchmarking competitivos indican que la mayoría de los procesos de esta cadena productiva pueden mejorar en un rango de 10% a 20% con la implementación de medidas de eficiencia energética. Las principales áreas para la mejora son las utilidades (vapor, aire, entre otros) 30%, los calentadores 20%, los intercambiadores de calor 15%, las aplicaciones motoras 10% y otras áreas 25%. La aplicación de estas mejoras podría llegar a ahorrar millones de dólares anuales dependiendo de su alcance e impacto, considerando que el potencial de ahorro energético es atractivo a nivel de control operacional, cambios tecnológicos y recuperación de desechos.
Sin embargo, la complejidad de este tipo de industrias energo-intensivas es una de las principales limitantes de la aplicación y efectividad de estas tendencias de eficiencia energética. Al igual que la ausente o limitada información que permita establecer una línea base para evaluar y dar seguimiento al sector; y sus procesos en forma individual e integral.
Es por ello que se debería profundizar en estudios o auditorías energéticas a lo largo de toda la cadena productiva del sector hidrocarburífero de manera que se permita gestionar adecuadamente la energía de sus procesos y así mejorar la eficiencia en cada uno de ellos, siendo más rentables, competitivos y a su vez reduciendo las emisiones contaminantes que afectan al ambiente.
Paola Ramírez
Analista Técnico del INER