Generar ambientes confortables al interior de edificaciones es un reto para las empresas e instituciones que trabajan en este ámbito. Recurrir a sistemas mecánicos (acondicionamiento artificial de aire) para enfriar o calentar el interior de las viviendas se ha convertido en una práctica cotidiana a pesar del alto consumo eléctrico de los equipos. En consecuencia el precio de la factura energética aumenta, además del daño generado al planeta por la producción de energía y la quema de fuentes fósiles (petróleo y sus derivados, carbón y gas).

En Ecuador no estamos exentos de esta problemática; los efectos del cambio climático se hacen notar, la presencia de temperaturas extremas junto al aumento del poder adquisitivo de las personas hace que los sistemas de aire acondicionado sean cada vez más utilizados como solución inmediata para mejorar el confort y se espera que esta tendencia crezca.

El Instituto Nacional de Eficiencia Energética y Energías Renovables (INER) cuenta dentro de sus líneas de investigación con un proyecto sobre el uso eficiente de energía en edificaciones. El equipo a cargo estudia estrategias pasivas que generen confort térmico al interior de las edificaciones, como: aprovechamiento de la energía solar, viento, lluvia, vegetación, así como el uso de materiales arquitectónicos eficientes. Estas estrategias emplean recursos inagotables en la naturaleza y no generan consumos eléctricos directos, con el propósito de mejorar el confort térmico de las edificaciones para reducir el uso de sistemas mecánicos.

Una de estas estrategias pasivas es la ventilación natural (movimiento natural del aire) que junto a una chimenea solar puede promoverse como una técnica efectiva para disminuir o aumentar la temperatura al interior de la vivienda durante el día, además de deshumidificar el ambiente, de ser el caso. Es así que el INER diseñó una chimenea que aprovecha el calor de la radiación solar, generando una diferencia de temperatura en el aire y su movimiento espontáneo de abajo hacia arriba, que es expulsado afuera de la casa o incorporado en la misma.

Para validar el desempeño de la chimenea solar en Ecuador, se programó un software que simule su comportamiento y valide su funcionamiento previamente a su aplicación; este permite experimentar con diferentes materiales constructivos (incluso propios de la región), además de ingresar datos ambientales de cualquier zona climática del país. Actualmente se encuentra en su

primera versión y para su desarrollo se siguieron buenas prácticas de programación orientada a objetos. La programación en paralelo permitió que se realizaran, de manera simultánea, múltiples operaciones matemáticas en menor tiempo.

El uso de software libre permitió el desarrollo de este programa sin generar ningún costo, por lo que su acceso es abierto y su código fuente estará disponible para la comunidad científica, académica y la ciudadanía en general, una vez que se registren sus derechos de autor. (O)