Punto de vista
Sobre la importancia de evidenciar a los paraísos fiscales y a los 'Davos man'
Zug es una localidad suiza con apenas 19.000 habitantes que alberga, en dos o tres calles, nada menos que 29.000 empresas, entre ellas al menos 500 sedes globales de compañías multinacionales y cientos de otras sedes regionales.
¿Por qué? Sencillo, Zug ofrece los impuestos corporativos más bajos del mundo. Además, en 17.000 de esas 29.000 empresas no consta ningún empleado inscrito. Esto convierte a Zug en el paraíso de los paraísos fiscales.
Estos territorios son un factor que distorsiona seriamente el funcionamiento del sistema capitalista y contribuye sobremanera a la concentración de la riqueza en pocas manos. Por ejemplo, en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el promedio del impuesto sobre las sociedades se ha encogido: mientras en 1950 era de 50%, en 2011 fue de 25%. Esto se explica por la competencia tributaria entre diferentes territorios, jugando los paraísos fiscales un rol decisivo en esa tendencia.
En ese mismo sentido, mientras los 400 estadounidenses más ricos declararon el 26% de su renta como salarios y el 36% como plusvalía en 1992, hoy solo el 6% se declara como renta asalariada y el 66% como plusvalía, todo gracias a los decrecientes impuestos. Esto sin mencionar, entre otros elementos, el papel que desempeñan los paraísos fiscales en el lavado de dinero, variable fundamental en la consolidación de la delincuencia organizada, donde habría mucho que decir sobre la complicidad evidente de varias potencias en ese tema.
Sin embargo, lo que la teoría (ya Marx había señalado que las leyes del capitalismo llevan ineludiblemente y gradualmente a una extrema concentración de la riqueza) y la evidencia empírica han probado no conmueve a los ‘Davos man’, quienes son expertos en implementar toda una ingeniería legal de la evasión. Como lo advirtió Stewart Lansley en The Cost of Inequality, la polarización de la renta es un cáncer que destruye la capacidad de nuestras economías para crecer y generar empleo. En Estados Unidos, la renta real de 1% de las familias más ricas aumentó a 278% desde 1979, frente a un 35% de la clase media.
Davos, a una hora de Zug, es la ciudad que reúne a las personas más ricas del planeta en el llamado Foro Económico Mundial. Davos y Suiza se han convertido gracias al extremo secreto bancario en el paraíso perfecto del capitalismo globalizado. Allí como aquí, me refiero a nuestro feriado bancario, los ‘Davos man’ olvidaron con cinismo y convenientemente que la inyección de más de un billón de dólares de dinero público evitó la autodestrucción del sistema de crédito mundial, se salvaron no gracias a la eficiencia de los mercados que tanto pregonan, sino a los impuestos que paga la ciudadanía, usando al Estado para su beneficio particular, y siempre con la complicidad de la autodenominada “prensa independiente”.
Los ‘Davos man’ criollos olvidan que fue Keynes quien planteó que la economía solo podría reactivarse si se combatía la desigualdad, pues el sistema requiere de una amplia redistribución de la renta dado que las clases medias y populares las más propensas a consumir. Las presiones a la baja sobre los salarios generan, según Keynes, infraconsumo, poniendo en entredicho la capacidad que tiene la economía para crecer.
Lo expuesto grafica la inmensa lucha que se ha propuesto el Gobierno de Ecuador. Promover la eliminación de los paraísos fiscales implica buscar cambios estructurales en el funcionamiento del capitalismo, que incluye necesariamente provocar nuevos arreglos geopolíticos, y cuando hablamos de estimular cambios geopolíticos estamos entrando en un tablero donde existen potentes intereses.
¿Cuál es la estrategia para alcanzar semejante objetivo? ¿Ecuador podrá asumir ese reto como política de Estado? Se aproxima un nuevo gobierno. Sin embargo, evidenciar y posicionar la problemática de los paraísos fiscales en el escenario del Movimiento de los Países No Alineados sería un logro de inicio pues esa organización jugó un rol importante en la descolonización del planeta. (O)