El pueblo montuvio no está de acuerdo con las reformas respecto a las aportaciones y  la edad de jubilación propuesta por el actual presidente del Consejo Directivo del IESS, Paúl Granda. Hacer esto es transferir las deudas y obligaciones del Estado hacia la población más vulnerable.

El Estado debe responsabilizarse de las deudas con el IESS y de haber financiado el gasto público con recursos de esta Institución. Por ningún motivo apoyaremos la decisión de comprometer la calidad de vida y vejez digna de los trabajadores.

Una de las principales preocupaciones del pueblo montuvio respecto a la seguridad social es que el sistema sobrevive con las aportaciones de los trabajadores que son los más perjudicados al recibir una mala calidad de servicios de salud, con personal médico poco calificado (en muchas ocasiones), no existe un adecuado registro y control de la atención médica de los afiliados. Y en la actualidad corren el riesgo de en un futuro no poder contar con sus aportaciones para su atención médica ni para su jubilación.

En lo que respecta al Seguro Social Campesino (SSC), la nueva estructura de la red pública sanitaria que si bien es cierto fue diseñada con miras a la modernización del Estado, ha descuidado totalmente los aspectos que caracterizan a los pueblos y nacionalidades sin contemplar la medicina preventiva de la que se encuentra gravemente divorciada la salud pública.

También tenemos algunas discrepancias en cuanto a la sostenibilidad y a la cobertura de la salud de los afiliados campesinos. Desde que los dispensarios médicos del SSC fueron abiertos al público, se ha generado gran desmotivación en los afiliados y pérdida de confiabilidad, ya que al haberse ampliado la cobertura a los no afiliados, esta no abastece de manera oportuna a los que sí aportan. (O)