Recuperar los bosques llevará 300 años
Si el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, incumple con tratados o acuerdos internacionales en vías de la protección o ayuda hacia el medio ambiente, como el Fondo para la Amazonía, debe ser destituido de su cargo ya que infringe un tratado sobre la vida de múltiples especies, inclusive la humana.
En 2015 la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y la canciller alemana, Angela Merkel, firmaron acuerdos que permiten la cooperación entre Brasil y Alemania en favor del bienestar ambiental. El mismo buscaba promover la conservación del entorno en la zona del Amazonas, con el fin de acabar con la deforestación ilegal para 2030. Pero Bolsonaro cuando llegó al poder revirtió esta política de protección ambiental.
Cuando hay discrepancia entre dos gobiernos que tienen acuerdos previos firmados se presenta una ruptura de diplomacia. Y no hacerlo es incumplir la ley y será reprimido por la sociedad, así como por los organismos determinados.
Las leyes internacionales deben ser contundentes para todos, incluso para los políticos que destruyen el medio ambiente con sus medidas.
El problema de los incendios en la Amazonía de Brasil es grave porque hablamos del país con el área de biodiversidad más grande de Latinoamérica y el Caribe. Es decir, las llamas acaban con miles de especies que contribuyen al desarrollo de otras especies únicas en el mundo.
La cuestión es que la pérdida de la biodiversidad dentro de la región latinoamericana es imposible rescatarla tan pronto. Ejemplo, para recuperar un centímetro de suelo se demoran 100 años, para recobrar las especies en peligro de extinción se toman entre 200 y 300 años. De aquí la magnitud o gravedad de los incendios.
Por otro lado, las potencias mundiales, como China y Estados Unidos, que poseen la tecnología para ayudar en estos incendios forestales de alta intensidad no han respondido ante esta emergencia ambiental. Existen acuerdos de apoyo ambientales y los mecanismos deben de emplearse. (I)