La selección bajó mucho su rendimiento, no solo individual sino también en la parte colectiva. Ya no es la misma selección que inició las eliminatorias y se nota mucho el bajón futbolístico.

No está jugando bien; eso se vio desde el partido con Paraguay, luego con Colombia, de la misma forma ante Brasil y el último con Perú. Juega por momentos en un nivel aceptable, pero si se analizan los 90 minutos deja muchas dudas sobre el rendimiento individual y como equipo.

Quinteros apostó a los hombres que son de su proceso y por los referentes, pero algunos de ellos están en mal nivel futbolístico. Debía iniciar el partido con otra formación, pero él confía plenamente en los que alinearon ayer, pero yo no concuerdo.

Tampoco estuvieron bien los cambios; llegaron tarde. Renato Ibarra debió ser titular, si Antonio Valencia jugaba de lateral como lo hizo. El cambio de Michael Arroyo, faltando 5 minutos, sorprendió porque es muy difícil que con tan poco tiempo un jugador se pueda meter en el partido y solucionar algo.

Los hombres de ataque están en un bajo nivel futbolístico, tanto Jefferson Montero, Felipe Caicedo, Miler Bolaños y Énner Valencia. No hay uno que esté en el nivel de los primeros partidos de eliminatorias. La selección debía jugar con un lateral de oficio y ubicar a Antonio de extremo.

Quinteros sigue confiando mucho en su gente y no le rinden. Ya es hora de hacer algunos cambios, hacer una renovación, trabajar con los jugadores del medio local, para que compitan con los jugadores que están en el extranjero.

El entrenador debía probar a jugadores nuevos en la Copa América Centenario. Hubo un error en ese torneo por buscar resultados y no por hallar jugadores que se puedan acoplar a la selección para las eliminatorias. Se podían probar jóvenes con futuro. La prueba era ahí. Convoca a un montón de jugadores nuevos, pero no los pone nunca.

El panorama se complicó, porque lograr 1 punto de 12 posibles, es muy poco. Quinteros estará muy preocupado por los 4 partidos que se vienen, por la necesidad de sumar. El partido contra Chile será muy importante, porque está debajo de Ecuador y si gana le puede dar un poco de aire. Bolivia, que en los papeles parecía fácil, logró 4 puntos en la doble fecha, así que será difícil.

El DT debe hacer un autoanálisis, porque no todo es responsabilidad de los jugadores. Los entrenadores somos responsables de las decisiones y de los errores, pero lo tiene que revertir. El bajo nivel de los jugadores hace que el equipo no funcione colectivamente, pero también es responsabilidad del entrenador poner a quienes juegan y quienes representan a la selección. (O)