El plan tiene varias etapas
El trabajo que hacen Las Manuelas ha tenido diferentes etapas. La primera permitió visualizar la discapacidad, lo cual ya es un logro. Esto porque por años se ocultaba a las personas en esta condición. No eran sujetas de derechos.
Al mostrar la problemática que se vivía en el país el programa creó en la sociedad un interés por el grupo, mientras que por parte de ellos, la exigencia de derechos, buen trato y un ambiente determinado.
En todo ese marco se crean instituciones, fundaciones, programas, proyectos, incentivos y leyes necesarias. Por ejemplo las empresas están obligadas a contratar a personas con discapacidad en un número determinado de trabajadores.
Luego viene una segunda etapa que consiste en la implementación de las propuestas, es decir, hacer operativo todo aquello que fue visualizado con la entrega de incentivos, mediante los bonos y ayudas técnicas.
Las personas que no tenían para comer hoy cobran más de $ 200. Esto moviliza a la gente porque ese dinero sirve para pagar comida, medicinas y tratamientos.
Hay una tercera etapa en la que se da la focalización de la pobreza. Por un lado esta estrategia ha logrado que habitantes de los sectores rurales, donde hay mucha necesidad, se vean beneficiados con las distintas ayudas económicas y de otros tipos.
Sin embargo, se debe mejorar la medición que hacen en el área urbana para que los adultos mayores y personas con alguna discapacidad no se queden sin recibir el incentivo cuando el caso lo amerita.
La vulneración de un ser humano no solo se debe medir por tener una casa de caña. Hay personas que habitan en viviendas de cemento solas y no poseen servicios básicos, como agua y electricidad.
Reconozco que, como una mirada general, el bono se entrega a personas que realmente lo necesitan, pero hace falta reforzar lo logrado en todo este tiempo.
Las Manuelas han ayudado a la sensibilización en temas de discapacidad. Ellos han impartido capacitaciones para sensibilizar el trato. Los talleres hicieron que exista un incremento de comités de cuidadoras; las personas que cuidan a familiares con discapacidad están tan empoderadas que se organizan entre ellas y funcionan solas. Las Manuelas otorgaron esperanza y alegría a estos grupos prioritarios.
Con el proceso que iniciaron crearon una sólida base para que ellos sigan sintiéndose productivos. Además de estar incluidos de forma laboral y seguros de formar una familia y disfrutar de una plena sexualidad. Para ellos era impensable tener parejas, casarse y tener hijos.
En la actualidad defienden sus derechos y realizan exigencias, como los buses para personas con discapacidad, veredas y mejor trato. (O)