Memorias y marcos sociales
La configuración de la memoria colectiva, como toda construcción social, pasa por la existencia de marcos sociales, es decir, formas de pensamiento y prácticas -individuales y colectivas- encuadradas “socialmente en la familia, en la clase y en las tradiciones de otras instituciones”, como apunta la socióloga argentina Elizabeth Jelin. Se trata de esquemas “cargados de valores y de necesidades sociales enmarcadas en visiones del mundo” que sobresalen en el accionar cotidiano de los sujetos.
Los marcos sociales, a su vez, viabilizan la generación de “marcos interpretativos” que emergen del registro narrativo o “memorias narrativas”, pues los sentidos del pasado siempre se hallan conectados y articulados a estructuras de relato.
Estas narrativas o relatos tienen que ver con “lugares de memoria”, o sea, espacios físicos de gran significación para una comunidad, donde siempre se libran batallas políticas e ideológicas, por la importancia que reviste la representación del pasado.
Así, los monumentos, memoriales y otras marcas territoriales son artefactos culturales que condensan posiciones ideológicas y visiones de mundo que trasuntan relaciones de poder.
Vistas así las cosas, coincidimos en el sentido de que en la construcción de estos espacios públicos controlados por el Estado, tanto local como nacional, intervienen “procesos de lucha política por quienes llevan adelante las iniciativas. Implica también luchas acerca de los criterios estéticos para lo que se va a construir o preservar”, según la formulación de Elizabeth Jelin y Victoria Langland.
Lo anterior nos sugiere una articulación o triangulación entre historia, memoria y espacio social, necesarios para aclarar conceptos relacionados con el despliegue de componentes retóricos ligados al sentimiento de identidad o identificación empática hacia lo que ha sido asumido como “propio”.
En su quehacer cotidiano, los sujetos reconstruyen memorias, seleccionando unas y desechando otras; es decir, recurren al recuerdo y al olvido como elementos significativos que ayudan a fijar contenidos culturales, los cuales condensan el devenir histórico de una colectividad. (O)