Punto de vista
Los talentosos dejaron de guiar a la Tricolor
La selección ecuatoriana de fútbol se mantiene en zona de clasificación, en el escalón del repechaje, pero el funcionamiento y los resultados del equipo en los últimos cuatro partidos son preocupantes. Ayer, Gustavo Quinteros alineó a los 11 jugadores más idóneos para saltar de titulares al estadio Nacional de Lima y el equipo no respondió como él y los aficionados nacionales que siguen creyendo en el exentrenador de Emelec, pretendían.
Ecuador fue ayer una extensión de aquel conjunto que se dejó maniatar por Brasil el jueves pasado y vio cómo Perú, penúltimo en la competencia, se divirtió con la posesión de la pelota. Quinteros apostó a Énner y Antonio Valencia, Miler Bolaños, Jefferson Montero y Felipe Caicedo, lo mejor del balompié nacional en ofensiva, y aún así su equipo estuvo muy lejos de alcanzar el rendimiento que lo llevó al primer lugar del continente en las cuatro primeras jornadas de las eliminatorias. Los líderes y figuras del combinado no pudieron guiar al grupo como ante Argentina, Bolivia, Uruguay y Venezuela y más bien presentaron un nivel menor al de sus compañeros.
Qué pasó con el equipo exitoso del arranque es la pregunta que se hacen quienes se enamoraron del fútbol eficiente y vistoso que derivó en un triunfo histórico en el estadio Monumental de Buenos Aires. Por qué no hay cambios en el equipo se cuestionan otros. “Este es el mismo equipo que ganó los cuatro primeros partidos, debemos hacer una autocrítica y tratar de mejorar”, respondió tras el partido de ayer el capitán Walter Ayoví, uno de los más aplaudidos cuando el combinado andaba bien y uno de los más criticados en la actualidad. “La cédula no juega al fútbol” fue una de las frases utilizadas para destacar su juego, pese a sus 36 años de edad.
Ahora muchos de los que utilizaban esa cita o estaban de acuerdo con ella creen que el lateral izquierdo debe abandonar el puesto. Ecuador se quedó con 13 puntos y Quinteros ha sido señalado como el gran culpable de esta involución de la Tricolor que no levantó ni con uno de los cuadros considerados sin posibilidades para llegar al Mundial de Rusia.
Y si Quinteros se mostraba tranquilo hasta el choque ante Brasil, su cara de preocupación en Lima demostró que la situación empeora juego tras juego. Falta un mes para la disputa de las novena y décima fechas, frente a Chile y Bolivia, y el ´profe’ no ve señales de avance, pese a que fecha a fecha trabaja con lo mejor que hay. (I)