Líderes éticos reclama la sociedad
En la sociedad actual, cada vez es más común ver casos en los que sus máximas autoridades carecen de valores, ética y principios.
No necesariamente existe una relación directa entre la formación profesional y la calidad moral de los mismos; por ello, no está por demás decir que también hay de los otros, de los buenos, de los profesionales ejemplares.
Esto me lleva a reflexionar sobre cuáles pueden ser las principales razones por las que un profesional, formado en prestigiosas universidades alrededor del mundo y que llega a ostentar cargos importantes de poder, puede sucumbir ante la tentación y dejar su ética y sus valores en la postergación.
Esto se repite tanto en el Estado como en la empresa privada, de estos casos sobran los ejemplos.
En la academia estamos preocupados puesto que queremos entregar a la sociedad profesionales completos, cargados de valores, que sean incorruptibles y, a la vez, grandes técnicos en sus áreas.
Si estos profesionales no son éticos no aportan a la sociedad. Por ello, la preparación de un profesional debe incluir una formación sólida en valores y principios y el ejemplo debe venir de casa, pero también desde las aulas.
Cuando el docente enseña con su ejemplo, con acciones más que con palabras y cuando califica con claridad e imparcialmente, es ético y justo, o cuando es incapaz de romper una norma preestablecida, entonces está de verdad enseñando valores.
La universidad juega un papel importante en la sociedad que reclama, a gritos, la necesidad de formar líderes de gran calibre ético, capaces de trabajar en equipo y alcanzar los objetivos propuestos.
De mantener comunicaciones empáticas y asertivas para llegar a acuerdos por medio del consenso no de la imposición.
Esos que son capaces de influir de manera positiva en la consecución de un objetivo, así como de motivar para que el equipo alcance lo propuesto.
De quienes alcancen esos objetivos, sin perjudicar a nadie, que persigan siempre el bien colectivo más que el individual, es el gran de reto de nuestra sociedad actual. (O)