La ingenuidad digital en Facebook
Dejemos de ser ingenuos. La culpa es compartida. Tanto de la empresa como de nosotros que nos olvidamos de que es un negocio, que es una plataforma “gratuita” que ha hecho multimillonario a Zuckerberg.
El gratis no existe, es un enganche, como lo hacen todas las empresas que nos llaman a las ocho de la noche para “agendar” el día que retiraremos el premio ganado sin haber comprado el boleto.
¿Cómo? Gracias a la entrega de nuestros datos vía “el magnífico historial de su tarjeta de crédito”.
Cambridge Analytica es la punta del ovillo que sigue tejiendo redes de filtraciones, ventas directas y fraudulentas de nuestra información financiera, digital, social. Venden nuestras redes, nuestros contactos, y más aún, piden que les remitamos a referidos.
Es el mercado, no solo Facebook.
La plataforma ya tuvo vinculaciones con la CIA, como un poderoso ojo vigilante, pero quién de nosotros no entra a este espacio para conocer el pasado laboral, los hábitos sociales antes de contratar personal o curiosear en vidas ajenas…
Quien esté libre de pecado que dé el primer clic. Esto no es una defensa al gringuito que ofreció internet gratis siempre y cuando se contara solo con su servicio. No es un filántropo.
Él es un negociante y usará todas las armas y herramientas digitales, cifradas en códigos programables para apropiarse de nuestros datos. Es como entrar a un centro comercial y no pedir a los almacenes que ofrezcan sus productos.
Entrar a Facebook es voluntario y necesario en muchos casos, pues allí está el movimiento informacional para ser visible, pero ¿cuánto de ciudadanía digital realizamos en estos espacios, cuánta seguridad tenemos al construir nuestras cuentas?
Para los emporios GAFA (Google, Amazon, Facebook, Apple) la mercancía somos nosotros, cifrados en un algoritmo, que se puede modificar a gusto y conveniencia de su creador y de los usuarios expertos.
Somos ingenuos treintones, cuarentones y cincuentones, obnubilados con la nueva pantalla o con la delgadez de aparato. Cambiamos de dispositivo para seguir transitando por el barrio Facebook, donde dejamos la puerta abierta de nuestro carro, y nos asustamos de que nos roben la radio… (O)