La importancia de la intensidad y el empuje
Roma y Juventus, en ese orden, nos mostraron y se demostraron que con gran preparación física, intensidad y empuje también se puede ser protagonista de un partido y no solo aprovechar el músculo para jugar a la defensiva.
Acostumbrados al legendario catenaccio, los equipos italianos han priorizado durante décadas, con sus contadas excepciones, cuidar el arco y tratar de hacer daño cuando la situación se dé o el rival se descuide.
Mauricio Sarri, por rebeldía paladar, ha apostado a un estilo distinto en la conducción del Nápoli en la liga italiana y el resultado ha sido más allá de positivo y alentador, vistoso y generador de espectáculo. Mientras Roma y Juventus, por obligación, han debido lanzarse al ataque en un partido de Champions: tenían poco por perder tras caer goleados ante Barcelona y Real Madrid en la ida.
Los tres goles de ventaja que habían obtenido los clubes españoles daban por sentenciadas las llaves.
Y así como cuando un equipo se acuerda de atacar después de ir perdiendo un encuentro, romanistas y juventinos optaron por lanzar su arsenal con todo. ¿Resultado? La Roma solo necesitó 6 minutos y la “Juve” uno para anotar el primer gol; ambos ganaron sus juegos marcando tres tantos, con la diferencia de que la Vecchia Signora recibió uno y quedó fuera de las semifinales del torneo.
Dijo Gerardo “Tata” Martino que carecer de grandes futbolistas no impide jugar al ataque porque con velocidad e intensidad se puede lograr. Los italianos confirmaron esa teoría en las revanchas y le pusieron picante a unas definiciones de cuartos de final que habían perdido sabor.
Barcelona y Real Madrid quedaron debiendo, más el primero que el segundo, porque los culés fueron la antítesis de las cualidades presentadas por sus rivales romanistas y los juventinos, mientras los “merengues”, pese al mal partido, nunca dejaron de insistir con su juego ofensivo. Martillaron hasta que originaron un tiro penalti que significó la salvación y el trending topic mundial.
Muy lejos de esos choques, por distancia geográfica y nivel, nos quedamos con las ganas de ver a una arrolladora Liga ante el Guabirá boliviano en la Copa Sudamericana. Lo positivo: el triunfo; lo negativo: el marcador (2-1), que parece remontable para el futuro local. (O)