Punto de vista
Hay que construir una voz que reúna a todos los actores
Es importante una asamblea de niños y adolescentes porque son ellos los que estarán en el Hábitat IV y serán ellos los que evalúen lo que se logró de lo que plantean. Lo que se busca es que sus requerimientos lleguen a las carpetas de los mandatarios y se escuche su voz.
Es la primera vez que presentan su voz en este evento y ellos en el futuro serán los impulsores de movimientos sociales y lo que han vivido aquí lo van a promover en sus espacios. La humanidad se va civilizando y visibilizando a quienes eran invisibles como las mujeres, niños y las personas con discapacidad. El reto es construir una voz de todos los actores y que no sea responsabilidad solo de los adultos.
Vivimos en sociedades adultocéntricas que no ven a los niños como sujetos de derechos, sino como recipientes que reciben las acciones y decisiones del Estado, la familia; es decir de los adultos. Incluso el diseño de la infraestructura de las ciudades no está pensada en ellos.
Recién cuando se declara la Convención de los derechos de los niños en 1990, por parte de las Naciones Unidas, cambia el paradigma. Ecuador fue el primer país de Latinoamérica en ratificar la convención y el tercero en el mundo, pero hasta construir toda la institucionalidad que garantice esos derechos debe pasar mucho tiempo.
Los niños están promoviendo y construyendo la ciudad de sus sueños, en la que demandan la inclusión de su opinión y deseos. Los chicos buscan una ciudad ecológica, inteligente y protectora contra la violencia, contra el tráfico y el tema de las drogas y el alcohol. Otro tema fundamental que buscan es que se superen las diferencias de género o por discapacidad, es decir que existan sociedades inclusivas y respetuosas.
Pero ellos no se descuidan del área rural, para los niños es primordial que se dé atención a este sector que es donde no existen buenos caminos, donde no tienen agua, ni servicios y ellos son los que dan de comer a las ciudades y deben mejorar su calidad de vida. (O)